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Paperback Writer

Reflexiones

El ciervo almizclero

 

El otro día mi amigo Darío me aseguró que El lobo estepario, de Hermann Hesse, estaba en mi casa. Yo me leí este libro hace muchos años y la verdad, estoy deseoso de volver a leerlo. Hace dos sábados llegué a casa, por la noche, con ganas de cogerlo. Era tarde pero no mucho. Pongamos las tres. Lo busqué por las estanterías de mi casa, en el más absoluto silencio para no despertar a mis padres. Cuando llevaba un rato me di cuenta de que estaba muy cansado y algo bebido. En mi casa hay una habitación repleta de libros, casi todos de mi padre, recopilados durante toda su vida. El problema es que las estanterías llegan hasta el suelo y buscar entre los libros de las baldas inferiores puede ser un problema si estás algo afectado por la birra, son las tres de la mañana y no te atreves a encender la luz. Y casi lo mismo pasa con las baldas superiores. Bueno, en realidad el problema reside en ir examinando todas las baldas a lo largo de las tres estanterías. Agacharse, levantarse y agacharse otra vez. Ejercicio no recomendable de realizar, y menos después de salir de fiesta por los bares de Pamplona.

Cuando se me nubló la vista, me senté y dejé que la sangre volviera a fluir como es debido y a todas las partes de mi cuerpo. El libro no estaba. Darío se habría confundido con algún otro. Pero en la odisea de las estanterías había encontrado otros libros: Los vagabundos de Jack London, y un libro llamado "Cuentos espirituales del Himalaya". Los vagabundos tenía una traducción castellana de los años cincuenta muy dura, y lo dejé, al menos de momento. Y el otro lo cogí con curiosidad, después de haber leído Shiddharta, también de Hesse, pensé que podía seguir con el tema literario-espiritual. Pero no. El libro me decepcionó. Vale que yo no estaba en el mejor estado mental del mundo, pero no creo que a nadie pueda gustarle el irse a la cama con una retahíla de doctrinas espirituales.

 

 

El libro consistía en una agrupación de cuentos cortísimos, de dos o tres párrafos, seguidos de pequeños textos del autor en los que se explicaba la moralina del cuento, que ya de por si estaba bastante sintetizada y era fácil de pillar. Yo creo que el motivo por el que triunfan estas cosas, al igual que las citas célebres en internet, es que sintetizan el saber en frases muy cortas. Te hacen sentir sabio y poderoso ante la vida con solo perder medio segundo. Y lo curioso es que la mayoría de las lecciones que nos quieren enseñar se aprenden de otra forma muy distinta.

Es el caso del ciervo almizclero, uno de los relatos del libro mencionado. Lo leí, lo olvidé, me fui a dormir y al día siguiente me sorprendí pensando en él. Lo primero que me llama la atención es este tema del almizcle. Con esta sustancia se hacen colonias. Además, el almizcle siempre se ha usado en la lírica y en la literatura como sinónimo de algo agradable, bonito, reconfortante. Y la realidad es que el almizcle es una sustancia que sale del culo y de los genitales de muchos mamíferos. Huele bien, ojo. Es muy fuerte pero no es desagradable. Supongo que es como un ambientador natural. Los humanos no lo tenemos.

El cuento del ciervo almizclero nos habla de un ciervo al que el culo le huele especialmente a almizcle. El ciervo se pasa toda su vida tratando de averiguar de donde sale el olor y al final muere. Casi me alegro de que el ciervo no llegue a averiguar de donde sale el olor. A lo mejor no está tan mal que muera pensando que el olor viene de todas partes y ninguna, del campo, de las flores. De una cierva. Lo que el cuento nos quiere decir es que en el camino a la felicidad, uno mismo es una parte importante. Se me quedó en la cabeza porque precisamente, la idea de valorarse a uno mismo no está nada grabada en mí. A veces nos pasamos la vida deseando cosas. A mí me pasa. Deseo cosas con mucha ambición y muchas ganas, como en las películas de Disney. La mayoría no se cumplen, pero yo las deseo y las deseo hasta acabar medio loco. Es lo que le pasaba al ciervo. Y muchas veces lo que tenemos y lo que somos ya está muy bien. Cuando leo estos textos, este blog... Me siento muy cómodo. Es un buen trabajo, es entretenido. Mucha gente piensa y quizás es cierto, que los blogs son típicos de gente con mucho amor propio. Yo me detesto durante gran parte del tiempo. Creo que amarse a uno mismo es de las cosas más importantes de la vida.

A veces pienso que todo se resume en cagarla una y otra vez. No sé si hay otra forma de aprender estas cosas. Aunque quizás esta clase de tontadas como la del ciervo almizclero se puedan tener presentes en un futuro, cuando uno ya la haya cagado lo suficiente como para comprenderlo.

El hombre tanque - El rebelde desconocido

 

Mañana se cumplen 25 años de uno de mis hechos favoritos de la historia del siglo XX. Yo lo conocí a los 16 años, hasta entonces no había oído hablar del tema. Teníamos un profesor de filosofía que al acabar las clases nos ponía imágenes y vídeos de lo que él consideraba importante. El profe se llama Fernando Nosequé, era bajito, gordo, calvo, cegato y medio sordo. Lo que se podría considerar como un hombre monstruo. A pesar de eso sus clases siempre resultaban amenas e interesantísimas. Nos caía muy bien a todos y yo creo que todos lo respetábamos mucho. La verdad es que me apena no haber ahondado más en mi relación con él, cosa que sí llegué a hacer con otros profesores, pero tampoco dependía de mí. Quizás él era tímido y no plenamente consciente del aprecio que le teníamos muchos de sus alumnos. Creo que ahora todos los veinteañeros contamos en nuestros recuerdos con algún profesor de filosofía que nos abrió los ojos y nos hizo plantearnos más de un dilema. Por desgracia, yo sólo conté con el mío un año.

Recuerdo muy bien que Fernando un día nos puso un vídeo un tanto extraño en el que un hombre se plantaba delante de una hilera de tanques. Lo puso así, sin contarnos apenas nada. Muchos de los que allí estábamos, sino todos, no sabíamos lo que era la masacre de Tiananmen, ni cuando había ocurrido, ni donde. Pero los datos no hicieron falta en ese momento, pues las imágenes hablaban por sí solas. Un chino con dos bolsas, aparentemente de plástico, se plantaba delante de un tanque. Quieto, como una estatua. Después, el tanque intentaba sortearlo pero el hombre hacía aspavientos con los brazos, y quién sabe si en ese momento gritaba improperios, amenazas o ruegos. Más tarde, el chino se subía al tanque y trataba de comunicarse con el piloto, aparentemente gritando a través de la apertura del cañón. Y al final, unas personas vestidas de paisano agarraban al hombre y se lo llevaban fuera de plano. Creo que para mí significó la muestra más fuerte de valentía que jamás había visto.

Hoy, unos cuantos años después, la imagen tiene más significado para mí. Mi mente no puede evitar ponerse en funcionamiento y generar diversas teorías acerca de lo ocurrido ese 5 de junio del 89, en Pekín. En realidad, es uno de los grandes misterios de la historia y no creo que nunca vaya a resolverse, pues el gobierno chino jamás ha soltado prenda acerca de los hechos. Yo creo que una actuación así solo puede motivarla la desesperación más absoluta. Este chino, conocido como El rebelde desconocido en España, o como The tank man en países anglosajones, seguramente sería una víctima de la gran masacre de inocentes que protagonizó la ciudad el día anterior. No creo que tomara la decisión consciente de plantarse allí, ni creo que la meditara mucho. Supongo que se sentiría profundamente torturado y deshumanizado. Consciente o no, sin duda protagonizó un hecho que aún no se si fue valiente, o temerario. Existen varias versiones sobre lo ocurrido después. Testimonios contradictorios afirman, algunos, que el hombre fue detenido allí mismo y ejecutado después. Y otros, que continúa todavía con vida en algún lugar de Asia.

Tengo que confesar que hoy, que estoy muy cansado y harto de algunas cosas, casi (y sin casi) se me saltan las lágrimas al volver a ver a ese hombre frente al abismo. Con sus bolsas de la compra, su camisa blanca, como si toda esa mierda no fuera con él, demostrando al mundo que seguramente sólo quería tener una vida y que desde luego no entendía para nada que personas hechas y derechas pudieran matar a sangre fría a tantos inocentes. El rebelde no consiguió nada, como he dicho, otros hombres se lo llevaron, quizás policías, y los tanques siguieron su camino. Y de todas formas, poco importaba ya a dónde narices fueran esos tanques, pues el daño estaba hecho y era del todo irreparable. Pero qué narices, por lo menos hubo alguien en el balcón de un hotel, Jeff Widener y sus colegas, grabando los hechos y sacando fotos, y haciendo que a día de hoy todavía siga patente esta prueba de valentía, de desesperación. Esta prueba que nos enseña que uno nunca está del todo jodido hasta que no muere definitivamente y que siempre hay mucho por demostrar.

La lectura del tanque que se para me la salto directamente, pues qué es una pizca de piedad para un verdugo, para un perro, para un asesino.

Hace dos años me encontré con el profesor de filosofía en la universidad. Estaba como siempre. Recuerdo que le pregunté qué tal, y me contestó que más ciego y más sordo. La verdad, no pude evitar el estrecharle la mano y felicitarle por sus clases, esta vez sin el temor a quedar como un simple halagador y él se vio muy agradecido. Después fui a la cafetería, contento por el encuentro, y me tomé un café recordando sus clases y repasando quizás el episodio del chino y los tanques, episodio del que mañana se cumplen 25 años, mientras pensaba también en como lidiar con los dichosos exámenes y con otros profesores mucho menos profesionales que Fernando.

Me he hecho un tumblr

Escribo para decir eso, que me he hecho un tumblr. La dirección es esta:

http://hombremonstruo.tumblr.com/

Lo actualizo mas a menudo, porque me entretiene y apenas supone esfuerzo. Es un blog para vagos. Podéis visitarlo y tal, si os aburrís. Ultimamente no escribo mucho aquí, pero hago otras cosas así que no me importa. Hoy he quedado con Amaya, una de las grandes lectoras de este blog y estoy muy contento, así que he pensado que era un buen momento para actualizarlo, contaros que estoy vivo y poco más. Me ha regalado cuatro pastelitos de Seattle, de chocolate y mantequilla de cacahuete. ¿A qué sabrán? Tengo mis dudas pero yo creo que me gustarán. Además han venido desde muy lejos para caer en mis manos. Esperaré al momento adecuado para degustarlos.

Si no se me ocurre nada que poner aquí, quizás os enseñe algunas de las tonterías que suelo escribir en verano, cuando hace sol, vivo sin preocupaciones y tengo tiempo. Últimamente también ando mucho por foros y tal, pero la gente no me acepta, porque a mí me gusta hablar de chorradas, filosofar y que haya buen rollo, y en cambio, en internet ahora prima hacer el trol, el flamer y esas cosas que nunca entenderé.

La vida continúa con su transcurso inagotable, y este rinconcito de internet se mantiene inalterable, intacto, igual que hace seis años, con todas mis tonterías y mis sueños de adolescente. Ahora la vida se me antoja complicada, en ocasiones, pero me siento libre y capaz de superar cualquier impedimento. Me alegro de estar vivo. Otro asunto pendiente que tengo es el de darle un repaso a la lista de las cien cosas. Hay que cambiar algún propósito, hacer algún ajuste. Por ejemplo, yo creo que en estos días es difícil mantener una buena autoestima, al menos para mí, que le pido demasiado a la vida. Pero es un deber personal esforzarse por valorarse a uno mismo, ¡Y creo que cada uno debería intentarlo! Y poco mas que contar, nos leeremos pronto.

Carta a Don Enrique de Diego

Esta carta la firmamos mi padre y yo. No porque él la haya escrito, sino porque las ideas que están aquí reflejadas son las de ambos. Son reflexiones que ambos nos hemos ido haciendo durante estos días atrás y que ahora, yo me he dedicado a redactar debidamente. Espero que se entienda que en este discurso solo hay sinceridad.


Querido Don Enrique de Diego,

Debo felicitarle por un vídeo que vi de usted. Uno que colgó Jesús Lebrero en twitter, uno de 20TV en el que usted aparecía diciendo, entre otras cosas, que las autonomías sobraban, que los políticos no debían tener privilegios, que era prioritario perseguir la corrupción en el gobierno, que nuestros políticos no estaban preparados, que la monarquía sobraba, etc. Le felicito. En mi casa, donde hasta hace poco no le conocíamos de nada, estuvimos de celebración el día en que descubrimos ese vídeo. "Un señor dice en internet que hay que quitar las autonomías", no podíamos creerlo. Es usted el primero que dice algo así en un medio público. Es cierto que no es el primer reformista que aparece en el panorama. Pero si el primero que se atreve a cuestionar ciertos pilares de nuestro sistema.

Cuando yo era niño, me enseñaron que el gobierno de Navarra (donde por suerte o por desgracia me ha tocado vivir) era la panacea. Recuerdo que con el colegio, nos llevaban a ver el parlamento de Navarra y allí, consejeros y parlamentarios de varios partidos nos trataban de forma impecable. En esos días aprendíamos muchas cosas, no voy a engañarme, pero la lección que mas ha perdurado en el tiempo ha sido: las autonomías son buenas. A los españoles se nos ha metido en la cabeza que este sistema es el correcto. Estoy de acuerdo con usted cuando dice que hay que perseguir la corrupción, que los corruptos son todos iguales sean del partido que sean, pero no puedo evitar preguntarme, ¿No será que nuestro sistema favorece el encubrimiento de estas acciones ilícitas?

Iré al grano. Usted dice que hay que meter en prisión a los que enseñan el odio a España en los colegios, y define ese odio a España como traición pública. Para mí la traición es robar al pueblo desde la impúnidad que da el cargo público. Y además usted no se da cuenta de que todo el odio del mundo tiene la misma cara. El que se enseña en Bilbao y el que se enseña en Madrid. Esto lo se yo porque en Pamplona, debido a su situación geográfica, nos ha tocado ver banderas de dos colores distintos. Y las personas que las portan, hablan de la misma manera. Incluso con las mismas palabras, y los mismos argumentos. Quieren ante todo, ser distintos de los que viven a unos pocos kilómetros mas al norte o al sur, pero no pueden huir de la realidad, a saber, que son exactamente iguales. Por eso yo he aprendido que las banderas, solo son trozos de tela hatada. Trozos de tela que recurren al color porque ya no les quedan otras cosas que las diferencien. Trozos de tela que representan un gobierno, un país, una cultura, realidades tal vez grandes por sí solas, pero pequeñas en comparación con la cultura humana. Los que alzan las banderas, creen que su cultura y sus antepasados son mas importantes que los de al lado, y por eso piensan que se merecen, con urgencia, una buena frontera que los delimite. Y la ironía es que los de al lado, piensan exactamente lo mismo. Cuando en realidad, lo que la cultura necesita es que no haya fronteras. O mejor dicho, que haya cada vez menos fronteras. Lo que la cultura necesita es convivencia y mestizaje. Me imagino que a usted todo esto le parecerán desvarios de un joven y cuentos de fantasía.

También quería decirle que, llegado a este punto en el que ha puesto las tripas sobre la mesa, en el que ha afilado su lengua y se ha atrevido a decir cosas que nadie ha dicho, en el que ha llegado a plantearse algunos de los pilares de nuestro sistema, tarea que no es nada fácil para los que vivimos inmersos en él, creo que no debe quedarse a medio camino. Para mí, decir que uno es de derechas o de izquierdas, es jugar al mismo deporte que los políticos que han arruinado el país. Rompa con esas normas, con ese yugo que es el sistema político partidista y entonces, le llamarán excéntrico, le llamarán raro. Pero no le llamarán facha, no le llamarán radical, porque estará claro que usted es libre.

Y para terminar, tengo que tocar un tema con el que mi padre insiste mucho. Navarra es una comunidad en la que se ha potenciado mucho el regionalismo, igual que en el resto de comunidades de España.  Una comunidad en la que las historias del rey Sancho el Fuerte, de Íñigo Arista, de Sancho I, siempre han estado en primera línea de fuego. ¿Y sabe qué? La única persona que me ha hecho llegar hasta mí una cultura hispánica ha sido Don Arturo Pérez-Reverte, del que he aprendido la historia de Sevilla y la Casa de Contratación de Indias, la importancia del dos de mayo en Madrid, la batalla de Rocroi, la última de los tercios españoles. Y mas aún, la derrota de Napoleón en Moscú, la forma y color de las guerras modernas, la sangrienta colonización de Sudamérica, entre otras cosas.

Humildes opiniones, pequeñitas como motas de polvo que flotan a la deriva, han sido aquí expuestas. Yo no quiero llamar su atención ni ponerle en entredicho, pues hoy por hoy, tiene usted mi respeto. Solo le invito a la reflexión. Reflexión a la que, confío, siendo usted democrático y orador, se someterá de buen grado. Un saludo.



Sobre Arturo Pérez-Reverte

Sobre Arturo Pérez-Reverte

Hettar siempre dice que cuando leo un libro siempre tiendo a querer ser como los personajes. Me pasó con El maestro de esgrima. Lo leí y ya me veía a mi mismo empuñando un florete y dando clases de esgrima. Me pasa mucho con los libros de Pérez-Reverte. Por ejemplo, recuerdo cuando leí los libros de El capitán alatriste. Me moría de ganas por empuñar una pistola de mecha e ir disparando a la gente por ahí, o acabar en el frente de Flandes, practicando el pillaje en las trincheras y ocupándome de que mis compañeros no cometan violaciones. A punta de pistola, claro. Sin ir mas lejos, el otro día me leí por primera vez Territorio Comanche. En una sentada. Toda la noche, me llevó. Y al acabarlo, pensé: joder, como me gustaría estar en un frente de guerra. Cualquier cosa con tal de ver lo que pasa ahí fuera y salir de Pamplona.

Pero estoy contento. Estoy contento porque estos días me he dado cuenta de una cosa. De que uno de los elementos básicos de mi educación en esta vida ha sido Arturo Pérez-Reverte. Desde pequeñín, quizás mis padres, quizás por mi mismo, he crecido leyendo sus textos y sus novelas. Y reflexionando sobre las cosas que decía este señor. Ahora, cuando veo su cara, cuando veo esa sonrisa tan segura de sí misma, esa mirada penetrante y esa forma de gesticular, me llegan fuertes recuerdos de mi adolescencia. Recuerdo un episodio, de entre muchos. Un profesor de historia nos hizo leer El capitán alatriste en el instituto. Yo ya lo había leído, pero le di otra pasada, no importó. Recuerdo las críticas que este profesor recibió. La gente, los padres de mis compañeros, los que opinaban sobre el asunto, decían que como podían hacernos leer un texto de ese impresentable. Yo no lo entendía muy bien, y aún hoy me cuesta creerlo, que alguien tenga semejantes prejuicios contra este señor. Hoy creo que lo comprendo un poco mejor, eso sí. Porque es una persona cargada hasta los topes de vitalismo, de experiencia. Muchas veces, cuando habla, dice cosas nacidas del mismo seno de la experiencia. Sus palabras tienen muchísima carga vital. Para muchos esto debe de ser motivo de temor, quizás no sea facil soportar semejantes dosis de verdad de una sentada.

Ahora, con todo esto de la crisis y el salir a la calle y tal, se está haciendo mucho eco. Antes hablaba, Arturo lleva criticando a los políticos desde hace mucho, y a mas de uno debía sorprenderle. Ahora, el contexto social de España está demostrando que tenía razón en muchas de las cosas que decía. Cada vez somos mas los que creemos en aquello de "desconfía de quien tenga un solo libro", o eso otro de "los canallas, los fanáticos y los demás". Y yo, la verdad, me alegro de haber aprendido esos valores de pluraridad y perspectivismo desde joven. Yo creo que lo mejor que un joven puede aprender, y quizás lo único que se debe afianzar en la mente desde joven, es a rechazar el fanatismo. A aprender que no, que la vida está llena de pensamientos y de opiniones y que hay que contemplarlas todas para elaborar juicios decentes. Y que siempre hay que someterse a juicio a uno mismo. Que hay que leer, saber, conocer mucho para opinar y tratar de ayudar siempre con las palabras, no de joder al personal. Para mí, estos son también valores Ortegistas. Posiblemente el filósofo fue de los primeros que los enunció debidamente en este país. A mí me han educado con ideas Ortegistas. Lo cual no significa nada, simplemente, que alguien ha preparado un lecho en mi mente para ir recibiendo futuras ideas debidamente.

En fin, pues siguiendo con el perspectivismo, también suelo leer críticas muy fuertes. Tanto hacia Arturo Pérez-Reverte, como hacia Ortega y Gasset. De los dos se dice, por ejemplo, que son unos vendidos. El uno, que se vendió al franquismo que tanto criticó. Y del otro, que va de independiente, pero se esconde en el ala de El semanal, la revista donde publica semanalmente. La verdad es que de Reverte me cuadra. Quizás yo no utilizaría la palabra vendido. Pero el mismo suele decir que la vida está plagada de tonos grises. Quizás sus columnas independientes abonan a un periódico que no lo es, pero a cambio, tiene la oportunidad de llegar a mucha gente. De todas formas es igual, yo critico las ideas, las personas son personas.

Comentaba ayer, charlando entre amigos, que me alegro de ser contemporáneo de este señor. Siempre me pasa, cuando leo los textos de Mariano José de Larra, que también criticaba duramente el ambiente en el que vivía, que me quedo con las ganas de ver como reaccionaba su contexto. Que se decía en las calles de sus artículos. Como era, que opiniones se tenían de él. Con Reverte puedo ver todas esas cosas y me alegro.

Y eso es todo. Muchos diréis que hablo así porque tengo enormemente idolatrado a este señor. Es posible, la verdad, no lo se. En cualquier caso me da igual, porque yo no les tengo apego a mis ideas. Entre comillas. Quiero decir que mis ideas son mías, que el que opina siempre debe tener solidez, y debe saber argumentar y poner las cosas difíciles a sus interlocutores. Pero cuando uno descubre que está equivocado, hay que desechar todo eso. Algo que deberían aprender muchos es que las ideas políticas y filosóficas no merecen ninguna lealtad, quizás algo de respeto y consideración.

Algunos pensamientos de hoy

Algunos pensamientos de hoy

A veces me asusta la atracción que siento por la ficción. Alex de la iglesia dijo hace unos meses que le gusta tanto el cine porque la realidad es fría, perversa y traicionera. Son unas palabras que se ajustan bastante a lo que me ha pasado a mí en los últimos meses. Pero aún así, es una apreciación que está fuera de lugar. Porque tanto yo, como el señor Alex de la iglesia, tenemos a todos nuestros seres queridos aquí, en la realidad. Y no solo eso, sino que la realidad y la vida son lo que somos. Así que a veces me asusta disfrutar tanto de las buenas historias.

Hoy, por ejemplo, he leído el capítulo de El Hobbit en el que Bilbo Bolsón consigue el anillo único de poder de las manos de la atormentada criatura Gollum. Este pasaje se me ha antojado enormemente divertido y brillante. Muy entretenido y acogedor para un lector como yo. Por eso cuando lo he acabado me he sentido un poco vacío. He mirado a mi alrededor y he pensado; sigo aquí. Mi padre a veces dice que la realidad supera a la ficción. Y estas palabras, lejos de ser una puntual observación, son enormemente esperanzadoras. Creo que, en ocasiones, es verdad. Pocas ficciones pueden superar a día de hoy elementos de la naturaleza como lo es un amanecer, o grandes paisajes naturales. Algunos, lejanos y famosos, pero también los hay cercanos y desconocidos. Un simple bosque florido en primavera, o cualquier valle del norte de Navarra se me antojan elementos hermosos.

También hay cosas entre nosotros, las personas, que hacen que vivir sea algo interesante. Está el amor, están los buenos amigos, está el arte, la música, está el sexo. Bueno, no todo el sexo es bonito, la verdad. Pero en ocasiones, está. Aunque estos elementos se me hacen mas complicados de resaltar ahora. No es que haya dejado de creer en ellos, pero últimamente los experimento poco y mal. Es duro el tema de las personas. Los bienes que nos da la naturaleza están siempre ahí, hoy por hoy, y uno puede disfrutarlos cuando quiera. En cambio, los bienes que te da una persona se rigen, a veces, por razones fortuitas e injustas. Y en ocasiones uno los ve pasar ante sus ojos sintiéndose, sin que sirva de precedente, algo desdichado.
De todas formas, yo soy un gran amante de las personas. Y puede que esto me condene por una parte y al mismo tiempo me salve. Creo que lo que define a un amante es la sinceridad, la incondicionalidad ante el rechazo.

En fin, cambiando un poco de tema, quiero continuar esta reflexión un tanto oscura de hoy con un pensamiento que me ha asaltado mientras volvía hacia casa ensimismado.

Esta mañana me he levantado y he leído citas de personajes famosos, sin quererlo. Una decía, "si dos personas están hechas la una para la otra, se acabarán encontrando por muchos avatares que tengan que pasar". Y así, no voy a mencionar ninguna mas. ¿Alguien recuerda lo que escribí una vez sobre una caja de gaseosas? Buscaré el enlace. Aquí.
Bueno, pues esta mañana me ha pasado algo parecido. La filosofía barata es algo que enerva a mucha gente. Yo no quiero ser simplista. La sabiduría popular en ocasiones, brinda verdadera sabiduría, valga la redundancia. Pero el problema son los dogmas. Las chorradicas. Las frasecitas mal dichas que a veces aceptamos como irrefutables. Esas que al parafrasear hacen que nos sintamos como auténticos filósofos, y nada mas lejos. Por ejemplo, volviendo a la mención anterior. "Si dos personas están hechas la una para la otra, se acabarán encontrando por muchos avatares que tengan que pasar" es una frase que he encontrado esta mañana al lado de un gran nombre. Oscar Wilde, Hemingwey, Einstein, George Onwell, Nietzsche... La verdad es que no he prestado atención. Pero esta frase es una imbecilidad, igual me da quien la haya dicho. Una vez leí en un panfleto una reflexión muy interesante y bastante certera. Era un panfleto sobre una organización feminista, algo de la igualdad de género y esas cosas. Decía: no os creáis el mito de la media naranja. En el mundo hay muchísimas personas, y creer que nosotros correspondemos a una sola es una estupidez. No es mas que una ilusión que aceptamos porque nos da fuerza y tranquilidad. Cof cof, pase lo que pase, por ahí está mi media naranja y cuando la encuentre todo estará bien. ¡Y un cuerno! Ahí fuera tiene que haber, por narices, mucha gente que nos corresponda. Muchísima. Y aunque tendamos a caer en los brazos de una sola, eso no significa que estemos predestinados. Podemos ser felices con una persona, cierto. Pero las almas gemelas no existen. Y aunque las personas son irremplazables por si solas, cada persona tiene algo que ofrecer al mundo.

Este es un problema que responde a lo que yo llamo la ilusión por el sentido. Algo que coarta la inteligencia vital de mucha gente es la ilusión, o el engaño, de que fuerzas superiores hacen que todo tenga sentido. Por ejemplo, cuando hacemos algo malo y automáticamente nos pasa algo malo a nosotros, solemos decir, "castigo divino". Aunque últimamente también se dice, "eso es el karma". Es la ilusión de que hay una fuerza que arregla la injusticia. La realidad es que en nuestra mente resaltamos esa ocurrencia en concreto. Mala acción y castigo. Y olvidamos todas las malas acciones que no se han visto castigadas. Por supuesto, también hablo de la fe religiosa y de otros engaños populares. Volviendo al tema de las citas, ¿Alguien conoce el "disculpen que no me levante", de Groucho Marx? Bien, pues si buscáis una imagen de su tumba por internet, veréis que no hay ninguna cita, solo una estrella de David. Es mentira que esa frase esté en la tumba del famoso actor. Y os aseguro que pasa lo mismo con otras frases o sucesos que se atribuyen a grandes personajes. Esto es porque nos gusta ensalzar a nuestros héroes. Creer que en la historia han existido personas con respuestas para todo. Eso nos hace sentir mas seguros.

Está muy bien la ilusión, y también la capacidad de soñar. Lo que no está bien es buscar unas razones pobres a nuestra existencia. Creer comprender el mundo sin hacerlo. Hayamos nuestros dogmas, nuestras personalidades, y nos quedamos de brazos cruzados creyendo que lo sabemos todo. Pero la realidad es que no sabemos nada, como decía aquel hombre que da nombre a mi gato. Yo no creo que no sepa nada de nada, pero tengo claro que mi saber es bastante reducido. En fin, lo que quiero decir es que en el mundo hay algunas leyes que podemos tomar para definirlo, pero siempre con cuidado. Están las leyes naturales, está la psicología que estudia mi amigo Elías, está la tecnología, la antropología, la sociología que intenta buscar parámetros al comportamiento del ser humano en comunidad. Y está bien que poco a poco comprendamos las cosas. Pero hay que saber afrontar que el mundo no siempre nos va a dar justicia. Es algo que muchos católicos creen a pies juntillas, y es una mierda que lo hagan. El mundo no es justo, solo las personas pueden serlo, y no siempre. Y esta, queridos amigos, es una razón mucho mas grande que cualquier argumento que pueda dar la religión para que amemos.

Hay que tener claro que no está todo hecho, ni todo dicho. Que en la vida hay que aprender mucho, amar mucho, disfrutar y velar por nuestros seres queridos. Si nos sentamos pensando que ya estamos salvados, que cristo nos salvó en la cruz, nosotros y las personas a las que amamos pueden acabar pagándolo.

Bueno, pues ya he dicho todo lo que tenía que decir y ahora me siento muy a gusto. Quiero saludar a César, un amigo chileno con el que tuve el gusto de chatear hace poco. También quiero darle las gracias a mi colega Hettar, porque me hizo un fantástico regalo y me dedicó unas palabras muy amables en su blog. Arriba podéis ver a Groucho Marx. Iba a poner una foto de su tumba, pero mientras lo hacía, he pensado, ¿Qué narices pinta una tumba en mi blog? Así que mejor pongo una foto de la persona, que es lo que realmente importa. ¿Qué me dejo? Ah, sí. He empezado un podcast con Íñigo. Es un podcast musical donde ponemos canciones y hablamos de música.

http://lascivosenelaire.blogspot.com/

Y esta es una canción que me gusta bastante.

http://www.youtube.com/watch?v=05lSSYQAENo

Tener esperanza

Tener esperanza

Dicen que en la vida hay momentos en los que alguien llama a tu puerta y sin mediar muchas palabras, tal vez un hola como estás muy escueto, te clava un puñal. Es, esta metáfora del puñal, bastante mas acertada de lo que se cree, o al menos de lo que una persona a la que no le haya pasado nunca pueda pensar. Porque en efecto, aunque la sangre no se deje ver, uno casi cree con certeza que hay un trozo afilado de metal pinchando su corazón.

Una persona con esperanza es un verdadero tesoro. Recuerdo un libro, Rebeldes. Hay una película también, que se llama The Outsiders, y es bastante buena. Es un libro sublime que escribió una jovencísima chica con mucha sensibilidad y con mucha personalidad. En este libro se nos presenta a un chico, un joven, que vive entre problemas. En un barrio bastante decadente. No solo tiene problemas familiares, sino que también los tiene con sus amigos, ya que su vida social está estructurada en bandas y marginalidad. Pero este chico tiene un don. Es de oro. Su esperanza, su bondad y sus ganas de vivir lo hacen inquebrantable. A mí nunca se me irá una de las frases que aparece hacia el final del libro, cuando un amigo suyo le confiesa: sigue siendo de oro. Y tiene, en su ficticio contexto, toda la razón del mundo. En la vida no hay que dejarse vencer. Ni siquiera cuando alguien llama a tu puerta y sin mediar palabra, te apuñala. Te desnuda, saca la ropa de tus cajones y te destroza. Creo que en esos momentos en los que te gritan al oído que la amistad no vale para nada, que los amores solo te traerán problemas y que por algo se suicidó Mariano José de Larra, uno debe encararse, ponerse firme y pronunciarse profundamente en contra. Hay que recordar siempre las cosas en las que uno cree, porque si dejas que te las arrebaten, pronto te encontrarás arrastrándote por el suelo, como una bestia perdida.

Y por este motivo, hoy quiero que todo el mundo sepa que sigo teniendo esperanza. Que creo en la amistad, en el amor, en la libertad y en la paz, y que seguirá siendo así por mucho que alguien intente apuñalarme. Por mucho que alguien me ponga a prueba, me cargue un enorme peso en la espalda, o me torture. Y quien sabe si algún día me encontrarán muerto con una sonrisa de bobalicón en la cara, y se reirán de mi cuerpo inerte pensando "este idiota creía en el amor, en la amistad y en la paz", pero al menos habré vivido bien, con entereza y tal y como siempre me enseñaron mis padres, mis pobres poetas muertos, y la gente que me quiso de verdad.

Arriba podeis ver una foto de un lugar que amo, y que me gustaría visitar alguna vez. La pampa argentina. Clic aquí para ampliar.

Tres kilos de mar

Tengo un libro que se llama El Mar. Es un libro enorme que incluye, en efecto, fotos del mar. Me lo regaló un familiar. Uno de esos familiares que nunca te hacen mucho caso, y que seguramente, no llorarían en tu funeral, pero que bueno, si se da el caso, no tienen mucho inconveniente en regalarte un libro titulado El Mar, de unos tres o cuatro kilos de peso y con unas fotografías que... No están mal, si obviamos la bajísima definición y el hecho de que muchas estén partidas por la mitad, una en cada página.

¡Pero bueno! ¿De dónde viene tanto resentimiento? En realidad me alegré bastante el día en que me fue regalado. Y os aseguro que observé todas y cada una de las fotografías. Pero hoy miro este libro con, sí, resentimiento. En mi estantería hay un libro titulado El Mar. Con fotografías. Debo tener alguna especie de complejo. Tengo complejo de terráqueo. Eso, o fui marinero en otra vida. Me fastidia no vivir en la costa. A mí me gusta el olor a salitre. Lo prometo. Me gusta la brisa marina, la arena, y la ropa de playa. Tal vez no me guste mucho el pescado, pero eso es irrelevante. Cuando acabe la carrera y sea libre, haré tantas cosas... Visitaré tantos puertos... Tal vez haga mi propio libro con fotografías. Eso estaría bien.

Mas reflexiones sobre Twitter

Queridos lectores, venía a hablar de mi actividad en twitter y de lo que supone para mi esa red, pero creo que a estas alturas sería injusto hacerlo sin dar un acceso al canal que tengo allí, para que podáis saber que es exactamente lo que digo allí.

http://twitter.com/enderodiat

El último acontecimiento en twitter que ha ocupado mis pensamientos es el que la televisión y otros medios han decidido bautizar como "Holocausto Vigalondo" y del que no me cabe la menor duda de que dejará tanto nuestras memorias como la programación televisiva en un corto periodo de tiempo. Porque en el fondo no ha sido un acontecimiento importante, solo ha llamado la atención. Siquiera pienso que su protagonista, Nacho Vigalondo, vaya a verse afectado por esto en un futuro. Aún así, gracias a este episodio, han quedado demostradas algunas realidades, y por eso me gustaría desahogarme un poco por aquí.

Todo empezó cuando hace unos días, este señor usó twitter para hacer chistes malos sobre el holocausto. También hizo otros, pero los del holocausto fueron los mas numerosos. Fue muy curioso que respondiera, en un primer momento, llamando gilipollas sin sentido del humor a todos los que lo insultaron por los chistes. Un insulto no es mas que una falacia, cuando el tema va de opiniones y de porque se debe o no se debe decir algo. De ahí que, por mi parte, todos los que esa noche se dedicaron a insultar a Vigalondo no aportaron nada en realidad.

Es difícil resumir en unas lineas todo lo que se ha aportado en twitter sobre este asunto desde ese día. Recomiendo a los lectores que os paséis por la página y obtengáis la información de lo ocurrido de primera mano. El canal de Vigalondo es este, y requerirá algo de indagación el llegar hasta la información que remito, pues es de hace unos días y ya se ha quedado atrás:

http://twitter.com/Vigalondo 

Cuando todo esto sucedió yo me quedé un poco pasmado. Poco me costó darme cuenta de que se trataba de chistes y de que Vigalondo no estaba siendo, de ninguna manera, revisionista (uno de los "chistes" decía que el holocausto fue un montaje). Pero pensé: que montón de gilipollez. Lo primero que me vino a la cabeza fue, este señor esta tratando de quedar como un extravagante, demostranto vete a saber que tontería. Ese día no me vi en la necesidad de decir nada, pues pensé que los hechos hablaban por si solos. Hoy no ha sido así. Hoy, tras algún que otro rato de reflexión y de conversación con mis amigos, he decidido aportar mi opinión a todo este respecto en twitter. He escrito lo siguiente dirigiéndome a Vigalondo.

@Vigalondo a mi no me ofenden las bromas sobre el holocausto. Pero pensar que sentirse mal ante ellas es no tener humor... Es absurdo.
@Vigalondo dirás lo que quieras, pero esto ha sido una maniobra chapucera para ganar en extravagancia y popularidad.Si se me permite opinar.
@Vigalondo eso sí, la tele y los periódicos van a la carnaza, porque carecen de su propio material. Es síntoma de extinción, a mi entender.
@Vigalondo yo creo que has cometido un error y punto.No entro en valoraciones.Un saludo, y gracias por la atención si es que la he recibido.

La verdad es que me he quedado bastante sorprendido al ver que Vigalondo me contestaba. Será porque soy novato en el uso de esta herramienta y apenas me he dirigido a gente tan solicitada en la red como este hombre. La contestación ha sido la siguiente.

@enderodiat Opina, que es lo que hace todo el mundo. Yo lo explico todo en mi blog. Pero ya no aspiro a que cambies de idea. 

La indiferencia y el resquemor en la contestación me han dejado, en un primer momento, algo disgustado. Luego he comprendido que este señor lleva muchos días leyendo opiniones, insultos, y demás comentarios sobre lo mismo y debe estar hasta los mismísimos.
A pesar de todo, he leido su blog. Y eso que el no me lo ha pedido directamente. Yo pensé que con leer sus tweets ya estaba suficientemente informado como para opinar. Esto debería haber sido así, ya que es de lógica y de retórica que yo atienda solamente al canal donde todo empezó. Pero twitter tiene una peculiaridad que, tanto resulta incómoda a veces, como tal vez permita su propia existencia y popularidad: no se pueden usar mas de 150 caracteres en cada aportación o tweet. Así que, sabiendo esto, he leido el blog de Nacho Vigalondo, en concreto la entrada "Holocausto Vigalondo" con ilusión. Aquí lo dejo, y recomiendo también su lectura.

http://blogs.elpais.com/nachovigalondo/ 

Es impresionante, verdaderamente increíble, lo mal que han quedado casi todos los medios que han participado en la discusión. Esta es, en definitiva, la única lectura que saco del asunto y el motivo de que publique esta entrada. Se ha malversado la información. Se sabe que se ha malversado porque esta demostrado. Vigalondo tiene razón en que muchos medios no se han molestado ni en leer su twitter, sino que directamente han leído lo que otros decían y han presentado la información como si de primera mano se tratase. Es que es para llevarse las manos a la cabeza. Esta malinformación ha hecho estragos. Hay una verdadera masa de gente que asiente e insulta cada vez que la televisión menciona los hechos. Gente que ni siquiera sabe que se trataba de una broma. Leyendo el blog se entenderá a la perfección.
Por otra parte, el hecho de que la televisión y muchos periódicos usen cada vez mas lo ocurrido en twitter para llenar espacio, es bastante notable. Yo pienso que esto es así porque twitter, simplemente, gusta mucho, y por naturaleza mas que la propia televisión. Twitter está bien, ya lo expliqué cuando hablaba de Reverte, y la televisión solo actúa como un ente carroñero. Creo que este es el primer paso hacia al desplome de la misma. Pido a mis lectores o a quien sea, que se tome conciencia de esto. Yo soy crítico a mas no poder con lo que se dice por televisión. No queda otro remedio. Tengamos cuidado, amigos.

Esta entrada la publico para fomentar el uso de Twitter, tanto de forma participativa como pasiva. Creo que cuando nos hablan de algo que ha pasado en internet, debemos recurrir a internet para contrastarlo. Podemos hacerlo, está a nuestro alcance. No es como cuando nos hablan de algo que ha pasado en otro país. Internet está en casa, señores.

Y eso es todo lo que quería decir. Si a alguien le interesa saber como ha quedado mi opinión sobre el hecho en sí después de todo esto, pienso que fue un error por parte del director. No creo que todo forme parte de un guión, él señala en su blog que eso sería absurdo y yo lo creo. Es obvio que esa actuación no estuvo muy meditada. Intuyo que nació de algún tipo de anhelo por ser extravagante y sentirse, en cierta forma, por encima de sus lectores. Aún así, y con mas razón una vez que la disculpa esta escrita, eso no significa que haya que crucificar a nadie, no es justo. Todos hacemos el bobo alguna vez, un servidor el primero. Y yo, en el lugar del director, estaría bastante afectado. Vamos, pasando un mal trago. Así que si Nacho Vigalondo me lee (ahora se que eso es posible) le daré desde aquí los ánimos de un inexperto universitario informático.

Jorge Cafrune

 

Este es mi pequeño homenaje al canta-autor sudamericano.

Yo no se muy bien quien es Jorge Cafrune. Poco se. Se que fue un hombre de la sierra al que mataron. Allá lejos, al otro lado del charco. Se que fue alguien que vivió con el corazón henchido y que creyó siempre en la belleza que lo rodeaba. Y que mi padre lo admira, igual que yo.
Creo que hombres como Jorge Cafrune han hecho que yo no crea en Dios. Gracias a estos hombres he descubierto que la religión se queda cortísima al hablar de la inmortalidad, de la belleza y del amor. Hoy, ya veis, escuchando a este hombre, se han asomado unas lágrimas por mis mejillas. Yo también quisiera, en días como este, tener las palmas de las manos curtidas de trabajar la tierra. Yo también quisiera, en días como hoy, ser un hombre de la sierra y llenarme siempre los pulmones de aire fresco, limpio y puro.
Sí, seré un idealista, un rarito y muchas cosas mas. Pero para cuando muera, como dice Cafrune, o hagan de mi guitarra astillas de fogata, mi esencia ya habrá impregnado todas las cosas que yo amo. Y de la misma forma en la que hoy pienso en él, y en muchos otros, cuando miro a los montes desde mi cuarto, se que yo también habré de existir en un poco de todo aquello cuando mi cuerpo yazca bajo tierra o hayan hecho de mis huesos, cenizas para el viento.

"No es lo mismo el ir cantando con esas voces tan finas,
que andar gritando a la luna en estas noches tan frías."

Comparación entre la televisión y twitter

Pido disculpas por la pausa que ha habido en esta página. Estamos en lo de siempre, así que no voy a darle más vueltas. Simplemente hay veces que escribo más y otras menos. Bueno, hoy quería meterme un poco en polémica. Es curioso esto de los temas que están en boca de todos. Resulta que si se dan muchas opiniones sobre una cosa, tendemos a pensar que todas son igual de importantes y que ninguna tiene realmente la razón, cuando la realidad es que algunas opiniones tienen mas valor porque poseen más contenido intelectual y otras no valen nada.

El otro día, hablando con mi amigo Garci, me enteré de que el programa de la sexta "Se lo que hicisteis" había criticado duramente a Arturo Pérez-Reverte de forma satírica, como se supone, es su estilo habitual. Estilo que por cierto, empieza a parecer penoso mas que gracioso, pero bueno, dejo esas valoraciones para los seguidores del programa.
Esto ocurrió porque
el escritor, a su vez, criticó duramente al exministro Moratinos debido a que lloró durante su cese como ministro.
Yo quería abstraerme un poco
del juicio de valores al que se sometió al ministro y posteriormente al escritor. Porque intuyo que carece de mucha importancia. Bien es verdad que de primeras, cuando me informé de todo el asunto, pensé que es absurdo faltar a alguien debido a un llanto. Y posteriormente, cuando le dediqué unos ratos de reflexión, pensé que tal vez no era tan absurdo, y que alguna razón había para estar de acuerdo con Reverte. De todas formas, las dos posturas tienen bastante sentido atendiendo a lo que uno espere de un político.

Hoy quería comentar el tema de los medios. Las opiniones que se han lanzado en este debate se han caracterizado en esencia por el medio que se ha usado para que llegaran hasta los interesados, como yo, por ejemplo. Creo que para entender bien lo que estaba diciendo el escritor y que intenciones tenía, no hay mas que darse cuenta de que lanzó sus críticas a través de la red social twitter. El hecho de que lo hiciera así determina varios factores en la situación comunicativa. A saber, que su opinión estaba respaldada únicamente por él y que este hecho fue ineludible. Ya no cabía decir cosas del tipo "yo interpretaba mi personaje", "fue la cadena televisiva y no yo", "el editor de mi revista me instigó a escribir". Decir algo en el medio que esa red social ofrece, es como gritarlo a los cuatro vientos, directamente de tus propios pulmones. ¿Soy el único al que le gusta la idea? Las críticas de Reverte han llegado hasta nuestros oídos sin ningún problema, casi como si se tratara de un medio de comunicación de masas. Sin embargo, si pensamos en el resto de opiniones de este tipo que llegan hasta nuestros oídos, nos costará discernir si alguna de ellas está respaldada únicamente por una sola persona física, de manera que esta persona sea la única responsable de lo que haya dicho y le sea imposible huir de ello. Las cosas que oímos por televisión no son opiniones de mucho valor. Para empezar porque nos es difícil discernir a su autor. En los telediarios, por ejemplo, hay un guión que alguien ha escrito y no se hasta que punto es pública la información sobre quien lo ha hecho. Nosotros solo vemos al monigote de turno contándolo, que de seguro se lavará las manos si le achacamos alguna responsabilidad sobre lo que ha dicho. Y supongo que pasa lo mismo con todos los programas televisivos que hablan sobre actualidad.
En cambio, twitter es un medio bidireccional que permite que se responda a lo que uno dice. Y así, mientras que Reverte ha lanzado sus opiniones aportando su nombre, su cara, asumiendo toda la responsabilidad (sin ser respaldado por un editor) y contestando a otros participantes de twitter, sus detractores televisivos lo han hecho escondiéndose detrás de insulsos monigotes, sin gracia y con poca clase.
En fin, yo creo que el tema de que un hombre llore ya está como muy superado, pero yo entiendo hasta cierto punto que el hecho de que un político llore puede considerarse sensacionalista, como el que busca una empatía inmerecida. De todas formas yo defiendo al escritor en base a los valores que defiende su forma de opinar, a mi entender: libertad de expresión y honestidad en la retórica.

Twitter es una red social que me está gustando bastante. Cuando empezó todo este movimiento de las redes sociales yo lo miré con cierto escepticismo. Ciertamente, tuenti y facebook me parecen rincones muy poco estimulantes. En cambio el formato de twitter hace que pueda leer cosas de la persona que yo quiera, sin preocuparme de tener amigos o no, sin preocuparme de que otros incluyan fotografías indeseadas de mi mismo ni cosas por el estilo. La única pega es la limitación en la longitud de los mensajes que uno puede escribir. Si esta limitación no existiera, ya sería genial, aunque de esa manera, la red no sería popular y costaría mas trabajo seguirla. Cada día me gusta mas internet y menos la televisión. Ya no se si el problema de ésta es el mal uso que le dan sus dueños o es que directamente ofrece un sistema que no vale para nada.

Últimas tendencias

Últimamente se suele dar mucha importancia a la forma de vestir y a la moda. En parte gracias a la mejora del comercio de estos productos, cosa que ha ocurrido junto con la globalización y los nuevos medios de comunicación. Pero también porque la mayoría de gente es partidaria, algunos sin saberlo, de ejercer su personalidad con su forma de vestir. Al fin y al cabo, la imagen se podría considerar tal vez una forma de comunicación mas, algo sutil y que ofrece otro tipo de información. Y aunque tampoco es una información muy fiable, ya se sabe aquello de que las apariencias engañan, tampoco podemos negar que nos dejamos influir por ella y a veces hacemos juicios inconscientes sobre las personas en base a su imagen. Prejuzgamos, dirían algunos.

Así que nada, que yo quería hacer un articulo de moda, así, un poco de broma y tal y no he sido incapaz de recopilar información. Abriendo alguna revista de tendencias me he aburrido a los pocos segundos y en internet ha estado difícil encontrar algo. Así que lo escribiré con lo que se.

En verano predominan los colores claros. Me siento algo tonto diciendo esto, pero es lo único que se sobre moda. ¿Y por qué no te callas? ¿Y por qué no te callas tú? Y también la ropa así, ligera. Es decir, que de abrigos y chaquetas poco. Bueno, si hace fresco una chaqueta o un jersey no suele faltar. Los hombres se hacen con pantalones de esos piratas, siempre dependiendo de la edad. Algunos conservadores optan por el pantalón vaquero largo y por asarse las pantorrillas. Y las camisetas suelen ir por fuera en los últimos años, aunque eso a mi parecer queda menos elegante. Y las chicas algo parecido, supongo. Aunque de pantalones piratas menos, por el rollo de la depilación. Y en esto soy consciente de que generalizo, pero, ¿Qué narices pasa con la depilación? Nada, que muchas mujeres no se ponen pantalones cortos deseándolo, solo por no tener las piernas depiladas. Me parece estúpido renegar así del cuerpo pero bueno. Y también blusas y tal, que os voy a contar. Y lo mismo que los hombres, alguna chaquetilla si hace fresco. Y bueno, ¿Qué predomina esta temporada? Pues yo que se que predomina, los colores claros, como siempre. Y las sandalias, como todos los veranos.

Pues eso, intento fallido si queréis, pero que no se diga que no lo he intentado. Como decía antes, la forma de vestir es una forma de expresarse y de hacer uso de la libertad de cada uno. Que no os engañen. Si te obligan a vestirte de una forma, en cualquier ámbito, están atentando contra tu libertad de expresión y están haciendo una muestra de autoridad hacia ti. Estas prácticas se suelen hacer para crear orden y limitar al individuo como ente pensante, para dominarlo mejor. Pensamos en los colegios, en los trabajos, pero, ¿Ir a la moda no debe ser algo parecido? Diferente, pero con puntos en común. ¡Libertad de vestimenta!

Sobre el patriotismo

Cansado como estoy de salir por ahí en Sanfermín, hoy me siento frente al ordenador a escribir algo que, aunque tal vez diste de llevar razón, por lo menos será un trabajo minimamente intelectual.

Pues nada, que el otro día no me podía dormir y releí algunas líneas de Ortega en La rebelión de las masas, que es un libro que me gusta bastante. Sencillamente me gusta. Da explicaciones coherentes a muchas ideas que me resultan atractivas, y para mi es muy estimulante leerlo. Así que ahora quiero hablar un poco de un argumento bastante interesante que daba Ortega, mas o menos en contra del fanatismo nacionalista o del patriotismo desaforado. Espero explicarme con claridad y resumirlo de forma legible.

Ortega dice que a lo largo de la historia, entendiéndose esta como la existencia de nuestra especie, nos hemos organizado de dos formas. La primera forma en que el ser humano organizó su sociedad, es la que Ortega llama la forma arcaica. Era esta una forma natural, que venía dada en el nacimiento y su principal característica era esa, su naturalidad. Las personas que conformaban las sociedades arcaicas no realizaban fuertes esfuerzos por ellas, puesto que éstas simplemente estaban allí, y de ahí su naturalidad. Así como algunos animales formaban manadas, el hombre formaba clanes, tribus y demás.

La manera en que esta forma de organizarse evolucionó hasta nuestra sociedad actual, tal vez no fue brusca. No me atrevería a decir algo así, aunque es posible que viniera determinada por fuertes y repentinos cambios. Ortega pone un ejemplo muy claro hablando de estos repentinos cambios, y tal como yo lo entiendo, se trata del pavimento. Sí, del adoquinado, de las aceras y las calles. Porque estos elementos hicieron que las personas dejaran de andar pisando tierra y marcaron el primer entorno artificial.

Y así como la naturalidad era la característica principal de las primeras sociedades, la artificialidad es la principal característica de nuestra sociedad actual. Ortega llama a nuestras sociedades simplemente estados, aunque sospecho que con ello simplemente se refiere a que son unas sociedades en las que prevalece el trabajo conjunto de todos sus miembros. Y si asimilamos las dos esencias de estas dos formas de organizarse en sociedad, será fácil notar un cierto antagonismo. En el momento en que el estado está formado únicamente por lazos familiares, significa que se está asemejando a una sociedad tribal. Dado que el estado es algo que el ser humano construye con esfuerzo (aunque yo y otras personas no hayamos hecho nada por él) parece necesario que se de una mezcolanza de pueblos y familias, sin las cuales tal vez no habría nada que construir.

Ortega habla en su libro de la democracia como un buen sistema para organizar la sociedad. Porque es un sistema basado en la libertad, entendida ésta como un concepto limitado por el prójimo, o el conciudadano en este caso, cosa que a mi me parece correcto. Pero también porque es un sistema que condensa la ideas de todos. Ya hablé del perspectivismo en otra entrada, así que no me entretendré aquí. Simplemente diré que es un sistema que ofrece un buen motor para que nuestra forma de pensar se enriquezca con la forma de pensar de los demás. Y esta es otra buena razón para decir que en el estado se necesitan cuantas mas culturas mejor.

Ortega pone otro ejemplo a este respecto. Dice que Julio César fue un excelente político, aunque yo no estoy de acuerdo con esa afirmación, pero la usaré para explicar esto de la mezcolanza. Julio César introdujo a gente de ascendencia no romana en el senado de roma, y vio la necesidad de expandir el imperio romano hacia las galias porque simplemente quería que hubiera mas gente contenida en él. Frente al deseo de los senadores de tener un estado mas pequeñito y manejable y mas repleto de lazos familiares, entre los cuales los conflictos son mucho menores. Como digo, yo no estoy de acuerdo con la idea de César como político, ya que usó la violencia para todos sus fines y eso en mi opinión es contradictorio y a grandes rasgos, un fracaso.

Y mirando a nuestra democracia actual, y según todo este argumento, tenemos varios motivos para pensar que nuestra democracia no goza de buena salud. Por supuesto que no voy a decir que el nacionalismo es tribal, eso sería muy ridículo. El nacionalismo como defensa de cultura es genial. Pero la tendencia a abandonar el estado, a abandonar la democracia, a considerar conciudadanos a la gente mas parecida a uno mismo por lazos familiares o ascendencias afines es un paso atrás. Un abandono del esfuerzo que se ha hecho en el ser humano para que lleguemos a tener nuestra sociedad. Y supongo que parece evidente que una democracia que se atomiza cada vez mas, es una democracia que no funciona tan bien como podría.

Sobre las razones de porque ocurre esto también hay bastante que decir. Aunque ya no tengo todo esto tan claro. A nuestra democracia aún le queda muchísimo. Como apunte diré una de las razones que le oí a mi padre y con la que estoy de acuerdo. El ciudadano participa muy poco en la política. Mi padre dice que vivimos en una dictadura de cuatro años. Tiene bastante sentido. Supongo que también pecamos de un fallo cultural y de poca conciencia histórica.

En fin, me he dedicado a resumir una idea de Ortega. Me he expresado con mis propias palabras y tal como yo la entiendo. Podéis leer mis anteriores artículos sobre este pensador si os interesa, La verdad de Ortega y ¿Es Ortega falangista?

Estar solo

Qué narices, lo he dejado con mi novia y me apetece contar un poco como me siento. La verdad es que he estado así durante gran parte de mi vida, así que supongo que ya se como funciona estar solo. Sin embargo ahora mismo se me antoja rarísimo. A veces pienso que simplemente soy un hombre triste, tal vez en varios sentidos. Por ejemplo, cuando caigo ebrio por falta de voluntad o por puro derrotismo, la gente debe mirarme y pensar, que tío mas triste. Y muchas otras veces simplemente me siento así. Triste. La tristeza y la soledad suelen golpearme a lo bruto y repentinamente. Tal vez cuando vuelvo a casa solo, o cuando estoy solo en mi cuarto, o cuando voy a dormir y no puedo.
Y creo que esos golpes, esos golpes repentinos y sin mucho sentido, son los que me han hecho. Bueno, no sólo esos golpes, también muchas otras cosas. Pero no puedo negar que esos momentos han tenido siempre mucha influencia en mí.
No quiero ser autocompasivo. No siento compasión por mí, ahora mismo no. Estoy agusto con mi persona, y no me importa sufrir un poco a veces. El sufrimiento te enseña muchísimo, al menos a mí. Y nunca me ha enseñado nada malo, tal vez por mi forma de afrontarlo. El sufrimiento siempre me ha aclarado un poco algunas ideas y siempre me ha mostrado el poder de la belleza. De lo realmente bello. Y el amor del que todos estamos hechos.
La felicidad. Cuando era mas pequeño solía pensar en la felicidad, ahora ya no lo hago. Creo que no tiene mucho sentido pensar en la felicidad. Para empezar apenas se lo que es y andar como un loco persiguiéndola es eso, es de locos. No, la felicidad no debería agobiar a nadie. Uno debe preocuparse solo de vivir, de ser libre, de hacer las cosas bien, de cuidar a sus seres queridos. De suplir sus vicios con mucho esfuerzo. Y por supuesto, de valorar la vida.
No se, creo que llevo como un mes sin pensar en nada interesante. Todo esto de la ruptura y el estudio me tiene un poco atontado. ¡Ah, pero que estoy bien! He sido un poco tétrico en esta entrada, pero mi estado de ánimo es óptimo. El problema es que estoy escribiendo sin ningún objetivo y eso suele tener muy malos resultados. Y otra cosa, ultimamente me esta gustando mucho la movida madrileña.


Arco iris

Arco iris

Quería deciros que estoy de exámenes y tal. Y es bastante caca, todo el día estudiando y con mucha presión. Hoy he decidido una cosa para este verano. Tengo bastantes planes pero hay una cosa que quiero hacer seguro. Ver un arco iris. Me encantan los arco iris. No se, son como de cuento. Imaginad que en el mundo no existieran los arco iris y os contaran un cuento en el que aparece uno, ¿No os parecería un elemento fantástico mas? ¿No os parecería algo muy imaginativo? Pues algo así me parecen a mi. No se, es fantástico pensar en que la luz puede descomponerse así y dar lugar a todos los colores. Me fascina.

Pensar a lo grande

Tengo un conocido en el Toki Leza que ayer confesó tener una edad. Y me pareció algo increible. Ayer, mi conocido dijo: me voy. Me voy a Canadá. Y resulta que se iba a ir a Canadá a pasar un año, así, sin ninguna razón en especial. Y durante unos segundos consiguió que yo viera su forma de pensar. Me dijo, chico, tienes que pensar a lo grande. ¿Estás pensando en irte de Pamplona? Vale, pero mejor piensa en irte al otro lado del mundo. ¡Piensa a lo grande, tu que eres joven! Y creo que el hombre tiene mucha razón en esto de pensar a lo grande. Uno debe creerse capaz de todo. Que alguien con sus años te diga esto de pensar a lo grande es un buen refresco espiritual.

Soy un querubín

Autocrítica.


Es un poco tarde pero me apetece escribir antes de ir a dormir. El gato está dormido en mi cama y casi me da un poco de envidia, pero necesito decir algo y si no lo hago, no me dormiré.
He estado pasando el rato un poco, leyendo mis viejos escritos y tal y me he dado cuenta de que no soy un buen escritor, y menos aún un buen reportero de opinión. Creo que mis argumentos, sobretodo en los artículos mas viejos, tienden a ser simplistas e infantiles y mas aún a la hora de hablar de política o periodismo, pero no me culpo. Al fin y al cabo, empecé esto siendo un chaval y aún hoy lo soy. Luego está el tema de la ortografía. He ido mejorando, y menos mal, porque antes leer este blog debía ser doloroso. Y puede que aún hoy siga siéndolo. No digo esto para autocompadecerme. Ni de coña. Soy muy duro conmigo mismo y me gusta tener los pies en el suelo, aunque a veces me resulte difícil. Lo digo porque es necesario para mi, y para cualquiera, saber que hay mucha gente mejor que yo. ¿Por qué es necesario? Porque es la verdad. Simplemente. Así que quiero dar un poco de ejemplo. Se que muchos de los que me leeis no lo necesitais, pues gozais de humildad y calidad humana. Tal vez solo quiera recordar lo necesario que es ser consciente de los propios fallos. En el momento en el que uno tiene una muy buena opinión de si mismo, entonces está un poco perdido. Primero porque si piensas que eres bueno, ya no vas a mejorar. Y esto estará muy mal por el simple hecho de que no eres bueno. En mi caso es así. Y no es que quiera llegar a ser bueno porque sí, pero me gustaría escribir bien y pensar bien para poder decir cosas útiles, que ayuden a la gente y a la democracia. Así que lo dicho, ya se que no soy un buen escritor, pero no pasa nada. Mejoraré. Eso espero, al menos.

Esto está parado

Ya son muchos años escribiendo aquí mis ideas y mis pensamientos. Son muchos años, sí, pero todavía no son demasiados. Con esto no quiero decir nada, este blog es una actividad que realizo por gusto y no por obligación. La cosa es que últimamente, esto está parado. Es así. No se me ocurre nada que escribir y si se me ocurre, no me apetece. Como dijo alguien, la vida cambia sin que te des cuenta. A veces lo hace tan rápido, que no da tiempo a estar preparado para ello. Y yo he cambiado. Tal vez no mucho, pero he cambiado. Esas pequeñas inquietudes que se revolvían en mi estomago, que me pellizcaban y me arañaban por dentro y que me hacían escribir aquí se han ido.
Recuerdo cuando empecé con esto, con mis quince añazos recien cumplidos. Yo solía leer el desorden, el blog de Miguel. Todas las semanas lo leía con ilusión y se me antojaba tremendamente entretenido. Y un día quise probar. Los lectores tardaron en llegar, y aún hoy esto no recibe muchas visitas. Pero recibe las suficientes, para mi gusto. Así que nadie podría decir que durante estos cuatro años, cumplidos el mes pasado, no he hecho un trabajo bonito e interesante. Y enriquecedor. Queridos lectores, ¡Lo siento! Pero esto está parado. Nadie es perfecto.

Incertidumbre

 

Esta entrada podría resultar específica y poco interesante para algunos. Voy a intentar redactarla de manera que sea legible para todos. De todas formas no soy ningún experto en la materia que uso a continuación así que pido, me disculpéis cualquier error, y como siempre, lo reportéis si queréis y podéis. A decir verdad, ni siquiera estoy completamente seguro de lo que digo a continuación.

Hoy os traigo una reflexión muy curiosa. Es la primera vez que voy a hablar de algo que tiene que ver con aquello a lo que me dedico, es decir, de algo que he aprendido en clase, o mejor dicho, de algo que tiene su base en algo que he aprendido en clase. Estoy estudiando ingeniería informática (creo que no lo había dicho nunca), lo cual es matemática en gran medida. Y como es así, las matemáticas ocupan gran parte de mi tiempo. Un profesor de matemáticas solía decir en el instituto que las matemáticas pueden llevarnos a puntos de maravillosa reflexión. Un pequeño ejemplo de esta afirmación es la representación gráfica de la función y=1/x, donde se ve porque el valor de "y" tiende a ser infinito cuando "x" vale cero. Esto es algo simple que, de todas formas, no voy a entretenerme en explicar porque carece de interés para un sinfín de personas. Baste con decir que este pequeño ejemplo no me pareció maravilloso en su día, de hecho no lo es, si acaso un pelín curioso. Pero nunca he pensado que el atractivo de la materia radica ahí. Sin embargo, hoy voy a hablar de una pequeña reflexión de carácter matemático y vitalista que si me ha resultado enormemente curiosa y que espero, podáis comprender.

¿Qué es un axioma matemático? Un axioma matemático es una afirmación que se toma por verdadera. O mejor dicho, que se toma por una tautológica, es decir, verdadera en todas sus formas posibles. Por ejemplo, un axioma matemático es "todo elemento es igual a sí mismo". Así, cualquier número es igual a sí mismo. Uno es igual a uno, dos es igual a dos, etc. Lo curioso de los axiomas, matemáticos en este caso, es que no se pueden desmentir ni demostrar, sino que simplemente se toman por verdaderos, cuando no se puede saber si lo son o no. ¿Por qué se hace esto? Bueno, esto se hace porque se espera que el axioma y la realidad tengan cierta relación. Relación que se pueda aprovechar.
Las matemáticas se basan en axiomas, el ejemplo anterior es uno de ellos. La ciencia de las matemáticas se ha desarrollado partiendo de axiomas, y de la misma manera por la que se espera que un axioma tenga una relación con la realidad, también se espera que las matemáticas tengan una relación con la realidad. ¿Qué sentido tendría su estudio de no ser así? Si no se esperara que la matemática tuviera relación con la realidad, su uso quedaría reducido a... ¿La ficción? ¿Lo lúdico? ¿El drama?
Pero lo realmente curioso de este tema es que esa relación con la realidad que hace útiles a las matemáticas no puede definirse científicamente. ¡Es imposible! Bueno, parece ser que existe pero no puede definirse de manera exacta, de forma que esa definición tenga una y solo una interpretación. ¿No resulta curioso? Bueno, a continuación voy a poneros un ejemplo matemático de este principio, un ejemplo muy claro, y luego comentare que tiene de atractivo, si es que no lo resulta de por sí.

La probabilidad es una parte de la matemática que asocia relaciones, porcentajes si queréis, a elementos. En un dado, se asocia al hecho de que "salga un seis al tirar el dado" un número, que es 1:6.
La probabilidad se usa para determinar el resultado más posible de un experimento. Ese es el uso que se le da. Atención a esto, mucha atención. Si yo tiro el dado muchas veces, observaré una tendencia, una tendencia a que salga seis una vez de cada seis veces que tiro el dado, exactamente la misma relación que otorga la probabilidad. No se muy bien como decirlo, pero el caso es que la probabilidad no habla en ningún momento de eso y no se puede explicar porqué ocurre esta relación.
La probabilidad se dedica únicamente a relacionar números (1:6 por ejemplo) a elementos. Lo hace mediante unos métodos definidos, de forma que, obviamente, el seis siempre tenga un 1:6 de probabilidad. Y si tengo seis cartas bocabajo, donde cada carta es un número del uno al seis, y decido levantar una, la probabilidad de que salga seis es exactamente la misma. Pero según como está definida la probabilidad, en ningún momento se nos asegura que vaya a haber una tendencia según la cual salga el seis una de cada seis veces. La probabilidad no asegura este hecho, no lo demuestra, no lo desmiente y no habla de él en ningún momento. Porque no se puede. Sin envargo, este hecho ocurre. Y si tiro el dado muchas veces, la cantidad de veces que salga seis tenderá a 1:6. Pero... ¿Quién podría asegurarme que no va a darse el caso de que no salga seis ninguna vez? ¿Acaso es imposible el hecho de que no salga el número seis en un millón de veces? ¿Si eso pasara, estaría en contradicción con alguna ley universal? ¿Veis el vacío científico al que quiero llegar? ¿Veis la incertidumbre? Tenemos un hecho que, según la matemática, tiene que ocurrir. El hecho ocurre, pero la matemática no explica porque, a pesar de haberlo definido.

No se si me he explicado bien. Espero haberlo hecho. Como apunte final, sólo quería decir que esta incertidumbre puede extrapolarse a fuera de la matemática. Por ejemplo, al lenguaje. A la mente humana. Si yo mido mi mesa de lado a lado y me sale cien centímetros, ¿Se puede demostrar o desmentir que mi mesa mida 100 centímetros? En fin, este hecho ya no se presenta tan riguroso como en las mates, porque una respuesta podría ser; "Sí, se puede demostrar, porque al medirlo con la regla se obtiene ese dato". Sin embargo, y esto ya es más difícil de percibir, la incertidumbre explicada a continuación parece estar presente. Parece estar ahí, de alguna forma. Y en el lenguaje, cada palabra se define usando otras palabras, pero de alguna forma, no se puede conectar el lenguaje directamente con la realidad. El lenguaje como ciencia, solo se puede definir consigo mismo.
Y si sigo extrapolando mi incertidumbre, podría llegar al existencialismo, donde la realidad es la mente de cada uno. Aquí me detengo, porque las ideas empiezan a escabullirse y temo a su desplome total.

En el curioso libro, "El curioso incidente del perro a medianoche", un personaje autista cuenta que tiene dificultades para relacionar la ciencia motora por la que comprendemos la realidad, con la realidad misma, y en ocasiones, cuando la información a relacionar con la realidad es grande, el personaje autista resulta mareado. Os lo recomiendo.

 

Mi futuro gato

 

Hola amigos. Voy a escribir un poco para descargar mi cabeza antes de ponerme a estudiar.

Hace unas semanas que lleva rondando por mi cabeza la idea de adoptar un gato. Me ha costado mucho convencer a mi familia, pero al final lo he conseguido. Supongo que al principio se planteó el debate de adoptar un perro o un gato, algo que va unido con lo correcto de la idea de tener un animal en casa. Una vez leí un libro de un tipo que tenía un lobo como mascota. Una historia verídica, contada por el dueño del lobo, profesor de filosofía. Creo que hay mucho necio dentro de esta profesión, la del filósofo. Supongo que ocurre porque en cierta manera es difícil ser filósofo y la filosofía, como a menudo dicen mis padres, no suele dar de comer. Creo que hay mucha gente que se tienen por filósofos y no hay nada mas alejado de la realidad. Un filósofo trabaja en pos de la verdad, de una manera u otra, según como la conciba. Pero eso es común a todos, y los filósofos que no creen en la verdad, al desarrollar sus teorías ya están trabajando en pos de una verdad. Indudable supongo. El problema surge cuando la verdad deja de ser la prioridad, y aunque suene simplista, a veces la prioridad de gente que se tiene por filósofo es ser guay, estar a la última, tener ese carisma que da la sabiduría y plantear esa imagen a gente que no sabe darse cuenta de esta falsedad. Puedo poner el ejemplo de los sofistas, aunque no es un buen ejemplo, ya que data de hace mas de dos mil años. Yo creo que también hay sofistas modernos, si acaso ya hablaremos de eso otro día. Los profesores de filosofía que he tenido hasta hoy, raramente han cuadrado con ese arquetipo, pero si que he conocido a muchísima gente, con estudios o sin ellos, que eran como acabo de relatar. Tal vez mínimamente sabios, pero desde luego no filósofos. Volviendo al libro sobre el lobo, a su dueño le encantaban los animales. Y le encantaba tener al lobo en casa. Se le planteaba la paradoja de si era bueno para el lobo que viviera en su casa, y él decía que sí, que era bueno para el lobo, porque lo había educado para vivir con los humanos y porque nunca le faltaba de nada. Yo por mi parte guardo un sentimiento, tal vez un prejuicio (espero que no), de que la naturaleza es sabia. Y por eso no metería a un lobo en mi casa, porque los lobos viven en el bosque. Es algo poco racional, pero al fin y al cabo, este sentimiento haría que me sintiera mal con un lobo en casa. Y en parte por eso decidí no adoptar un perro, porque los perros tienen mas necesidades que los gatos, necesitan que les saques de paseo, necesitan vivir en manada con sus congéneres. Si tuviera mucho tiempo y ganas, yo podría mantener a un perro. Pero solo lo haría estando seguro de que el animal sería completamente feliz. Y así, decidí lo del gato. Puedo hacer que un gato sea feliz en mi casa, los gatos no viven en manada. Su relación con otros gatos es de amistad. Además, me gusta mucho el comportamiento de estos animales, curioso, algo orgulloso y menos independiente de lo que se piensa. Si acaso no acaba de convencerme la idea de que nunca vaya a salir de casa.

Ya llevo un par de semanas buscando. Llamando por teléfono a particulares que regalan cachorros. También me pasé por la protectora de animales de Pamplona, pero ahí me dijeron lo mismo que las personas a las que llamé, que no es buena época para que halla cachorros. Las gatas domésticas, al vivir en un ambiente de condiciones climáticas monótonas, tienen celos irregulares. Pero aún así, tienen una cierta tendencia a parir en febrero/marzo. Mientras tanto yo sigo llamando y me mantengo a la espera.

Algo muy divertido es elegir el nombre del futuro gato. Si fuera macho, ya se como lo llamaría. Algo que me gusta mucho de los animales es su inocencia. Los animales siempre siempre siempre son inocentes. Nunca son culpables. Por eso me encanta contemplarlos, su inocencia me trae paz y tranquilidad. Al pensar en el nombre, tuve claro que tenía que ser un nombre de alguien inocente, así que barajé nombres de artistas y pensadores. No todos los artistas y pensadores son gente inocente, ni mucho menos. Pero hay unos cuantos que sí. De entre todos los personajes en los que pensé el más inocente es Sócrates, el hombre más sabio de la historia. El mejor ciudadano. Un nombre que además dará mucho glamour a un gato. Tengo que decir que pensé muchísimos nombres antes y acepté muchas propuestas. Una muy interesante fue Diógenes, pero no acabó de convencerme, ya que siempre he identificado a Diógenes con la pasividad, no se muy bien porque. Tal vez por la imagen de verlo tirado en un barril y por aquello de pedirle a Alejandro Magno que se quitara de en medio, en vez de pedirle que dejara de matar gente de una vez. Aunque hay que reconocer que también me llama la idea de mandarle a hacer puñetas. Becquer también es un buen nombre para un gato, pero Sócrates me gusta más.

Si el gato fuera hembra, no tengo nada decidido. Algo que me cabrea es descubrir que apenas hay mujeres entre el grupo de pensadores y artistas famosos. Y yo desde luego no conozco más de cinco. Y entre los personajes históricos en general ocurre algo parecido. Me cabrea muchísimo no poder tener ídolos históricos femeninos. Y desde luego, hay una realidad innegable y es la siguiente: Si partimos de que hombres y mujeres somos igual de capaces, ¿Cómo puede ser que halla muchos mas hombre en la historia de la humanidad? No puede ser que solo hombres fueran capaces de resaltar entre la sociedad, es imposible. La culpa es de la forma en que se han relatado las cosas y del machismo al que se ha sometido a la mujer durante la historia, no se me ocurre nada más.
En fin, se aceptan nombres de chicas para mi futuro gato.