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Paperback Writer

Ir de compras con mamá

El otro día fui de compras con mi madre. Yo creo que en alguien como yo, hacer algo así debe ser como una especie de suicidio emocional. Pero a veces no hay escapatoria, las madres pueden ser implacables. Yo lo se. Así que fui con ella al centro comercial y debo reconocer que ir de compras con mi madre es todo un reto personal. Uno debe ser frío y decidido, pero sobretodo hace falta mucha fortaleza espiritual.
El entorno de las tiendas de ropa se me antoja bastante extraño. Es territorio desconocido y, en términos generales, podría decir que no me gusta. Aunque tal vez no lo comprenda y de ahí mi aversión. Entras por una puerta muy grande y dentro hay mucho espacio. Y aire acondicionado por doquier. Es curioso esto de la moda juvenil. El noventa por ciento de la ropa me parece simplemente fea. Fea con un par. Ortera y cutre. Una de las cosas que no me gustan, por ejemplo, son los vaqueros rotos. Se venden vaqueros rotos a un precio normal. Quiero decir, normal si no estuvieran rotos. ¿No es absurdo? ¿Por qué comprar algo así? ¡Pero si ya esta roto!

Con mi madre se lo que hay que hacer. Hay que evitar la discusión. Es algo primordial. Cuando me enseña una de esas camisetas horribles multicolor, con letras de grafiti y descosidos, respondo únicamente: no. Y nada mas. Es duro, es duro, pero no hay elección.
El otro día mi madre me dejo un poco de tiempo libre mientras ella miraba otras prendas, así que estuve observando un poco, pero sin ningún ánimo de crítica. Solo buscaba entretenerme, así que me dediqué a acariciar todas las prendas que veía. ¿En qué otra ocasión uno puede acariciar textiles suaves gratis? Camisetas de algodón... Chaquetas americanas... Vaqueros desteñidos. Casi todas las cosas no me entraban por lo ojos, pero me di cuenta de que con el tacto era diferente. Deslicé mi mano por todos aquellos textiles, con mucha suavidad. ¿Qué tacto tendrá esta blusa? ¿Qué tacto tendrá este gorro de lana? Y así fui matando un poco el rato. Luego me llamó la atención el papel que ponen dentro de las camisas para que no parezcan flácidas y aplastadas. Era divertido golpear las camisas y hacer sonar el papel maché que llevaban dentro. Sí, también estuve un rato golpeando camisas. Otro juego al que se puede jugar en una tienda de ropa es intentar adivinar los precios, claro. También estuve un rato haciéndolo. Vi una corbata de cincuenta y seis euros y polos negros por sesenta euros. Que un trozo de tela valga tanto es algo que tampoco entiendo, y si de verdad estás pagando la calidad, no lo se.

Así que nada. Los tipos como yo lo tenemos difícil con la ropa. Pero no porque todos sean un poco tontines como yo. No me refiero a eso. La cosa es que la gente guapa no debería tener el problema de que ponerse. Sí, bueno, seguro que ellos eligen cosas que les gusten y tal. Vale. Pero una persona guapa va a seguir luciendo interesante se ponga lo que se ponga. A ver si me explico. Yo veo una camiseta que me gusta, me la pruebo, compruebo que no me queda bien y la dejo. Con la gente guapa no puede pasar eso. Yo conozco a gente guapa y no hay nada que les quede mal. Tal vez será que con los días voy apreciando un poco la belleza humana. En mi adolescencia la veía con un poco de rencor, pero creo que ya no. Mirad los anuncios que hay en las tiendas de ropa. Los grandes carteles con modelos de cuerpos esculpidos. Ahí teneis una verdad oculta. Esos carteles se usan para vendernos una imagen genial y muy sexual, para que creamos que con la ropa vamos a ser así. Bien, ya he oido eso muchas veces y estoy de acuerdo. Pero yo creo que en esos carteles se esconde una verdad mas oculta. La gente guapa es agradable a la vista se ponga lo que se ponga. Seguro que ejercen su personalidad con la ropa y tal, como hablé en aquella entrada. Pero lo que esos enormes carteles me dicen es: no es la prenda, es la persona.

En fin, no le demos muchas vueltas, solo es una pequeña reflexión que tengo yo cuando pienso en la gente guapa que conozco.

5 comentarios

Alex -

Si es que la diferencia en la ropa no vale para nada,estas madres.. jajaj

Ender -

Morgan, eres un crack, a ver si quedamos.

danl -

A mi las tiendas de ropa me dan mal royo, pero probaré tus trucos para no aburrirme a ver que tal

morgan -

Jeje buen artículo. Apunto tus métodos para no aburrirse en una tienda xD me han dao ganas de tocar cosas suaves... ayy jajaja

Garci -

Este post da cosica...jaja