El tipo de otro mundo
El otro día hablé con un tipo que no era humano. Lo supe en cuanto se encaró hacia mí y comenzó a hablarme. Tenía los ojos muy oscuros y vestía de negro. Me llamó a atención que pese a su avanzada edad, llevaba el pelo largo y la típica barba de un mes. No parecía insano, quiero decir, que no era el típico raro con el que te cruzas en un bar. No, tenía todos los dientes y su piel no presentaba marcas ni cicatrices. Su pelo no estaba sucio, al contrario, me llamo la atención su pulcritud. Me miró fijamente a los ojos, me clavó su mirada y comenzó a hablar. Y esa voz que utilizó, esa voz no es la voz de una persona. Nadie habla así, os juró que nadie habla así. Lentamente, pero sin detenerse. Con una voz suave, suave como el terciopelo. Sin entonar golpes ni acentuar demasiado cada sílaba. Todos los fonemas que pronunció, existieron en su justa medida, de la forma mas correcta en la que uno puede recitar una oración. Y yo atendí, de forma inevitable, a lo que me estaba diciendo. Atendí a cada vocal, a cada movimiento de sus labios. Si en ese momento el mayor de los peligros se hubiera cernido sobre mí, yo habría sido incapaz de irme de allí. Y no porque aquel tipo me atrajera, sino porque simplemente no hubiera podido, mis músculos no habrían respondido ¿Magia, tal vez? ¿Cómo la de los libros? Es una locura.
Y cuando terminó, se quedo serio y sin hablar. Y a mi me costó unos segundos reaccionar, hasta darme cuenta de que había acabado. Creo, creo que ese tipo no era una persona. Es una locura, pero no pudo ser una persona. Yo creo que era un hada. Un ser mágico. Que gilipollez. Es una locura.
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morgan -
Elias -
Hettar -