Una tarde con Cop
Ya casi han pasado siete meses. Siete meses desde que una tarde de primavera, esperé a Cop frente al FNAC del centro de Barcelona. Llegaba tarde. No recuerdo la hora exacta, pero recuerdo que Cop se retrasaba veinte minutos, más o menos.
Le había asegurado que mi apariencia no le supondría ninguna dificultad a la hora de identificarme, a pesar de que ya había visto fotos mías y yo algunas suyas. Él por su parte, llevaría un gorra verde. Perfecto, Cop y yo ibamos a conocernos hacia las seis de la tarde, frente al FNAC.
Y de pronto, una mano me golpeo cariñosamente el hombro desde atrás. Yo estaba embobado mirando unas postales, por eso me asusté un poco, pero cuando reaccioné, me giré entusiasmado.
-¡Cop!
-¡Ender!
Cop me volvió a golpear el hombro y como si nos conocieramos desde siempre, comenzamos a charlar. En seguida me sorprendió su acento, pues éste no era el típico catalán, sino que era algo más peculiar. En un primer momento, lo definí como una mezcla de catalán y andaluz y mas tarde, Cop confirmó mi conjetura al hablarme de su procedencia andaluza.
Entramos al FNAC y con precisión, Cop me condujo a la sección donde estaban sus películas favoritas. También vimos discos, libros y algún comic de pasada, y de camino a la salida, Cop me habló de cómo una vez fracasó al intentar piratear una Play 2 y convenció a los dueños de que la Play había venido mal de fábrica.
Después, tomamos una paralela a las ramblas y yo le conté que había estado tomando un café en el hard-rock cafe y él mencionó que jamás había entrado ahí. A los pocos minutos llegamos a la catedral, donde Cop me explicó que la Sagrada familia no era la catedral de Barcelona, sino que la verdadera catedral era la que teniamos delante, apretujada entre edificios y con la fachada frontal repleta de andamios. Luego pasamos por una tienda de artículos frikis (comics, mangas, animes, figuritas, revistas, etc, etc), un salón de máquinas recreativas y la fachada del museo de cera, donde vi a un C3PO en lo alto de un edificio. Cuando me quise dar cuenta, era la hora de irme, y Cop me acompañaba en dirección al autobús.
Miré el mar con nostalgia, y como si Cop me hubiera leido el pensamiento, dijo:
-Ven, vamos hasta el final de esa pasarela del puerto y volvemos.
Y los dos fuimos a la pasarela en cuestión, y mientras estábamos sobre el mar hablamos de Yul, y después Cop me señaló el Tibidabo y me explicó como dentro de poco, con la llegada del verano, comenzarían las proyecciones nocturnas de películas al aire libre sobre una pared del castillo, en lo alto del monte, y chicos de mi edad y de la suya, se amontonarían en torno a éstas mientras harían botellón. Yo me enamoré de la idea, y con los ojos brillantes de entusiasmo, miré por última vez Barcelona.
Finalmente, Cop me estrechó la mano y yo subí al autobús, satisfecho por haber aprovechado tan bien mi tarde en la ciudad y apenado por no saber cuando volvería a ver a mi amigo.
Y todo esto me ha venido hoy a la cabeza, mientras venía hacia casa. Y he recordado también las veces que he deseado haber nacido en Barcelona o en Madrid, en una ciudad repleta de gente y cosas que hacer. Tenía prisa y he acortado el viaje por la vuelta del castillo. Bueno, en realidad, siempre lo hago, a pesar de lo que dice mi madre, a la que le asusta la falta de luz en el parque y más a estas horas. A mí, sin embargo, cuanto menos, me entusiasma la ausencia de farolas y la oscuridad del sitio.
Y así, hoy me he enamorado de otra imagen, pues la luna brillaba intensamente en el cielo, y los árboles y la hierba de la vuelta del castillo reflejaban un brillo blanco e intenso y todo tenía un aspecto más esotérico, mas fantasmal y pacífico. Y tan solo a unos pocos metros, se veía el suave pero constante tráfico de Pamplona, cuyo sonido me ha recordado por un segundo, al ruido del mar en una mañana libre de vientos.
Cuán duro he sido con Pamplona estos días, quejándome de la ausencia de eventos frikis y demás, y sin embargo, cuán diferente sería yo de haber nacido en una ciudad multitudinaria. Y es que al final, son las ciudades las que hacen a las personas y amar a la ciudad natal, no es más que un claro síntoma de amar la vida. Por eso aconsejo a todo el mundo que aprecien los lugares donde han nacido o donde se han criado, de la misma manera que una tarde primaveral, aprecié la encandiladora belleza de Barcelona mientras la observaba desde el puerto.
10 comentarios
TolietA -
no le tokes... es mio ¬¬
Andrea -
buen articulo ender, un beso
Naele -
Bueno, aquí llega la defensora de las ciudades grandes o__ó Qué tienen de malo Madrid o Barcelona? Vale, no soy especificamente de ninguna de las dos, pero nací en una ciudad también (no tan grande, pero ciudad al fin y al cabo), al lado de Madrid, y la verdad, me hubiera gustado más nacer unos 20 km más al norte u.ú Me ahorraría mucho transporte público... Madrid es lo mejor >o< Aunque también megustaría ir a Barcelona y eso, sobre todo al Salón del manga, y ver a Cop ^0^ Pero eso da igual porque Cop va a venir aquí, juju ^^
Bueno, y... Creo que ya es suficiente, date por comentado (en realidad solo he hablado de cosas mías u.ù pero bueno XD)
Byeeeeeee~ ^^
Gossio -
Y... lo siento, Ender, estoy con ellos XDD No soporto las grandes ciudades, me estresan, aunque es verdad que hay mas movimiento, pero bueno.
Mucho gusto, amigos de Ender, no os vendríais vosotros al expomanga, verdad? ¬¬ XDD
Ender -
Y tu, Garci, maldito! Yo tengo mas prestigio social que tu! xDD
Garci -
P.S: Tu no tienes reputacion social...xD
mce79 -
En cuanto a Barcelona, después de vivir un año ahí, la verdad, que no volvería, ni de turismo.
En cambio Madrid... Madrid mola a saco! Supongo que también depende de la gente que tengo y he encontrado aquí.
Pero, desde luego, no lamento haber nacido en Pamplona. Para nada me hubiera gustado crecer en Madrid. La infancia hay que vivirla en ciudades amables y agradables como Pamplona.
La vuelta del castillo con luna llena es un espectáculo impresionante, exactamente como lo describes.
Pues eso, que welcome back!!!
Gossio -
Y bueno, lo de vision gay no sé, es que ultimamente estoy leyendo mucho manga de mariquitas, ains, como me gustan u///u
Ender -
No se Gossi, mi intencion es ir, pero el mundo es muy cruel u_u
Gossio -
Me he hecho una vision muy romántica (y gay) de Copito y tú en Barcelona ^///^ Yo también quiero ir allí, quiero conocer a cop, quiero escuchar su precioso acento >o< (lo de precioso lo digo yo XD) Espero que con eso de que no se va a conectar en bastante tiempo no se le olvide ir al expomanga. Ender, tu también tienes que ir!