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Paperback Writer

El atracador (II)

Hay que ver como pasa el tiempo. Ya dentro de poco se acabará el año. Julen, un amigo, me dijo el otro día que desde que escribo en el blog de Hettar&Hatta ya casi no escribo aquí. En realidad, si yo pudiera elegir, escribiría en muchos blogs y páginas. Es mas, si estuviera en mi mano, me pasaría los días escribiendo sin parar, aunque tal vez, si hiciera eso, acabaría soltando paridas. La realidad es que últimamente le doy mas caña al otro blog porque es un proyecto que está empezando y va bastante bien. En unos meses, me gustaría aumentar el ritmo y escribir mas allí y aquí. Pero mantener un blog no es algo fácil. En las épocas en las que menos he escrito, he hecho como mínimo una entrada al mes. Hacer un texto a la semana, por ejemplo, ya empieza a tener su miga. Obviamente uno siempre tiene cosas que decir, pero debe estar motivado y concienciado en cierto sentido, para poder explayarse de manera entretenida y sin que sea un peñazo. Ya veis. Pero como propósito de año nuevo, está bastante bien. Esforzándome y poco a poco, confío en que pronto pillaré un buen ritmo y podré escribir mucho. Como en los viejos tiempos.

A parte de esta reflexión, también quería contaros el final de una aventura que se me quedó un poco a medias cuando la relaté hace casi un año. Diez meses, en realidad. Sí, se trata de aquel intento de atraco, un poco chapucero, que sufrí en mis carnes el pasado mes de febrero. Resulta que el fin de semana pasado estaba con algunos amigos en un bar. Ahora, con esto de la ley del tabaco, los que salimos de bares algunas noches, nos pasamos tanto tiempo fuera, como dentro de los locales. En invierno es un poco fastidioso, por el frío mas que nada. Pero por lo demás es un nuevo hábito que me gusta, porque dentro de los bares ponen la música tan alta, que casi no puedes ni charlar con los amigos. El caso es que estábamos ahí, en la puerta de un bar, cuando se acercó aquel personaje que intentó atracarme. Se acercó y nos preguntó si alguno lo conocíamos de algo. Se me quedó mirando y yo le dije que sí, que nos conocíamos, y el asintió. Es cierto, tu y yo nos conocemos, me dijo.
Estuvo bastante pesado, la verdad. Por suerte no estaba violento ni enajenado como la última vez, pero no paró de darnos la chapa durante unos minutos, contándonos anécdotas y asuntos turbios que no venían a cuento. En un momento de la conversación, me ofreció la mano y me dijo: lo siento si alguna vez te he tratado mal. Yo se la estreché concienzudamente y lo perdoné de manera sincera. Me sentí bien al hacerlo. Después nos preguntó si podíamos darle algo de dinero. Tardó bastante en hacerlo, la verdad, yo esperaba que lo hubiera hecho bastante antes. Por desgracia para él, apenas llevábamos metálico encima y de todas formas, no creo que le hubiésemos dado nada, porque era obvio que se lo habría gastado en cocaína o algo similar.

Y así, como había venido, se fue. Me dijo, por cierto, que llevaba prácticamente un año en la cárcel. Supongo que cuando le pusieron las esposas conmigo agazapado tras una esquina, fue cuando se acabó su libertad. Quizás, el día del intento de atraco y las amenazas, estaba en la calle gracias a algún tipo de permiso. Quien sabe. Veremos si me lo vuelvo a encontrar algún día por la ciudad, ya os contaré.

5 comentarios

Amaya -

Ay los exámenes..., qué pesadilla. No los echo nada de menos. Siempre puedes apuntarte y luego no ir o ir cuando te apetece. Creo que el curso dura hasta marzo. De todos modos, quizás sea un curso que den siempre. Una amiga me dijo que creía que sí y que se daba en la cafetería. La verdad es que en realidad no lo sé. Avísame si al final te animas. Si no ya te contaré si merece o no la pena, por si luego sale otro y te quieres apuntar.

Ender -

Lo he pensado, pero el problema es que empiezo los exámenes justo hacia el 15 de ese mes. Creo que sería un poco difícil, es una pena porque me apetecía.

Amaya -

Si te animas, te veo allí el 19 de enero. Y sino ya te contaré qué tal :)

Ender -

Lo del curso suena muy interesante, igual debería animarme, que últimamente hago pocas cosas. Y sí, espero que les den algo de dinero, porque si no...

Amaya -

Tal vez podrías copiar las entradas del otro blog y pegarlas también en este :)
Y por cierto, hay curso gratuito en la Casa de la Juventud, un taller literario, que empieza en enero del año que viene. Yo me he apuntado, aunque por lo que he entendido igual no hay suficiente gente para que lo den.
Y también, creo que quienes salen de prisión reciben un subsidio.