Los espejos venecianos - La fórmula de un bestseller
Hace unos días eché una ojeada a mi estantería de libros porque no tenía lectura. Allí estaba la novela titulada "Los espejos venecianos", un libro corto, de unas cien páginas. Lo cogí. Ya lo había leído hace unos años, nos lo hicieron leer en el instituto para la asignatura de lengua. Acabé cogiéndole cierta manía, ya de chaval. Teníamos que leerlo, hacer un estudio de ciertas palabras que no requerían de ningún estudio y luego realizar un examen. Yo me esforcé debidamente, porque era un niño con ilusión por hacer las cosas bien. Hice un glosario de palabras entre las que estaba toga. Es difícil hacer un glosario de palabras que supuestamente no entiendes cuando en realidad las entiendes todas. Tienes que elegir las palabras adecuadas para que resulte creíble lo de que no las entendías. A todos nos habrá pasado algo así en la escuela o en el instituto, supongo. Yo no soy ningún lumbrera del lenguaje, pero es que el libro usaba palabras tontas y de muy amplios significados, si acaso otra actividad se habría adecuado más al estudio del mismo que no buscar el sentido de esas palabras. Que por cierto, acabaron pareciéndome palabras muy estúpidas, aunque en realidad no lo eran. Busqué el significado exacto de toga, y cuando llegó el examen, se exigía el dibujo de una toga. Yo dibujé a un hombre mayor (Gandalf, pero eso no lo dije en el examen) y le puse una toga. Estaba tan confiando, que hasta le puse sombras y un libro bajo el brazo. Cuando el profesor me entregó el examen corregido, había tachado mi dibujo con saña y había escrito con muy mala letra: "No sabes lo que es una toga".
¡Me cago en la leche! ¿¡Qué yo no se lo que es una toga!? ¿¡Qué yo no se lo que es una mierda de toga!?
Ejem, mil perdones por lo grosero, pero esas fueron las palabras exactas que aparecieron en mi mente. Así que frustrado y decepcionado, fui a casa y dediqué una hora entera a ver tipos de togas, historia de las togas, acepciones de las togas según diferentes dialectos del castellano. Resultó que mi dibujo no estaba mal, que incluso un pariente había usado una toga así para su final de carrera.
Como comprenderéis, todas estas circunstancias hicieron que le cogiera asco a aquel libro. Lo dejé en la estantería y quise olvidarme de él para siempre. Pero como digo, hace unos días lo cogí, por curiosidad más que nada. Quería ver que clase de libro convenían como adecuado para los estudiantes de ESO, porque a decir verdad, ya no recordaba muy bien la novela.
La novela trata de un estudiante que viaja a otra ciudad para realizar un curso, durante el siglo XVIII. Allí le llama la atención un palacio abandonado contiguo a la casa donde se hospeda, encuentra un misterio referente al palacio e intenta resolverlo. Entiendo porque nos hicieron leerlo en el instituto, pero no estoy de acuerdo con esos motivos. Nos hicieron leerlo porque la mayoría de los chavales no tienen amor por la lectura, y este es un libro corto, de trama muy sencilla y lenguaje muy legible. Como digo, la narración se nutre exclusivamente de adjetivos, pasando por alto símiles, metáforas, sentimientos y todo acaba resultando un poco abstracto. Las conversaciones también son muy simples, y los sentimientos de los personajes, se tratan de forma muy descuidada. Tan pronto se enamoran, tan pronto se enfadan con otro personaje, tan pronto presentan mucha vitalidad... Todo ello desemboca en que el lector acaba por no saber como es la ciudad donde transcurren los hechos, por no saber si un personaje actúa o no en contra de las costumbres de la época, y en mi caso, por sentirse un poco idiota.
Como no me explico muy bien, voy a hacer una comparación. Supongamos que una narración es como una construcción de lego. O mejor aun, como una torre hecha con lego. Si queremos, podemos hacer una torre maciza, unir las piezas hasta que formen un bloque y listos. Este es el método más fácil, y al final tendremos una torre muy sencilla. Pero si queremos que tenga balcones, algunas de esas piezas habrá que colocarlas de diferente forma para que sobresalgan de las paredes del bloque, o mejor dicho, la torre. Si queremos que tenga balcones y tejado, será mas complicado aún. Y todavía hay más, porque supongamos que tenemos pocas fichas y aún así queremos hacer una torre de iguales dimensiones. Tendremos que distribuirlas de diferente forma, hacer una red, un entramado con huecos entre medio hasta completar la torre. Y aún y todo, podríamos seguir pretendiendo poner balcones y tejado. Así, la narración de este libro resultaba como una torre maciza.
Cuando he terminado la lectura, he leído en la contraportada "a partir de 14 años". Así que no me he sentido decepcionado, no vayáis a pensar. Es un libro para adolescentes que no estén acostumbrados a leer, luego la finalidad del libro es muy buena. Sin embargo, yo creo que una persona de 14 años es capaz de entender mucho más. Hay autores muy complicados y aburridos para alguien de esa edad, pero también hay muchos autores que se han esforzado en hacer una literatura legible y a la vez sublime. De simple narración, pero dispuesta con tal genialidad, que el argumento no se ve afectado. Con todo esto solo quiero decir que creo que en mi instituto hicieron una mala elección con este libro, pues me parece importante que chavales de esa edad lean otras cosas que podrían ser muchísimo mas estimulantes, tal vez no para con la lectura en sí, pero sí para con la vida.
Otra cosa sobre la que he pensado, y ya me callo porque creo que hoy estoy siendo un poco aburrido, es que este es el principio de los best-seller, salvo que la trama en los best-seller suele ser atractiva, dinámica y contiene elementos importantes en nuestra vidas. Así que los best-seller tienen una trama con esas características y la desarrollan con este tipo de narración maciza y coherente, tipo torre de lego a prueba de cañonazos. La pega es que al final la historia tiende a resentirse presentando agujeros y un exceso de sencillez. De todas formas, el éxito de un libro depende de muchísimas cosas y no siempre ocurre así. Pero muchas veces sí.
3 comentarios
Iker -
elias -
Hettar -
Respecto al libro, no se que decir. Tendría que leerlo para opinar de la forma en que esta escrito.