Respuesta a "La crisis de los medios"
Mil gracias a Javier, por haber elaborado un comentario tan extenso y rico de esta entrada publicada hace unas semanas. Me daba pena que se quedara tras ese enlace de "comentarios" que mucha gente pasa por alto, así que le dedicamos una entrada para que nadie pase por aquí sin leer sus lineas, que tanto me han ayudado a mi a ver las cosas con algo mas de corrección:
Hola, Elías me habló de tu blog y me pidió que te llevase la contraria así que, como lo aprecio mucho, le voy a hacer caso.
La prensa es un instrumento y por lo tanto interesa saber a quién sirve. Las herramientas son elementos amorales, los juicios podrán hacerse a lo sumo sobre el destino que se les dé. Quiero decir que un cuchillo puede utilizarse para untar mantequilla o para rebanarle el cuello a alguien. La finalidad de la prensa no es informar (creo que nunca lo ha sido) sino crear opinión. Porque la opinión, la pública o la privada, es lo que empuja el debate social, lo que hace que la gente se mueva o se quede parada y lo que inclina el voto. En ese sentido, dudo que la prensa haya servido alguna vez a intereses generales (también podría preguntarme quién define los intereses generales, pero eso ya es otro cantar).
Discrepo contigo en la teoría de la manipulación. Creo que eso de pensar que la opinión pública es fácil de manipular es un tic conceptual de la progesía que revela en el fondo bastante desprecio por las personas y sus decisiones, tanto individuales como colectivas ¿tú te consideras manipulable? (ya sé la respuesta, no te molestes) y entonces ¿por qué los demás sí lo son? ¿son más tontos que tú? Eso es una inercia propia de nuestra historia política: cuando las decisiones del pueblo están de acuerdo con lo que yo quiero, ha elegido libremente, cuando no, es que son un conjunto de borregos descerebrados. En realidad, en una democracia saludable, esa es la forma en que deberían funcionar las cosas, con un espacio poblado de opiniones diversas donde el ciudadano se informase, discutiese y eligiera ¿no?
La crisis de la que hablas es el resultado de otra serie de cosas. En realidad hablar de crisis no me parece adecuado: los medios de comunicación gozan de una salud extraordinaria. A no ser que pienses que una situación es crítica cuando no se adapta a lo que tú piensas que debiera ser.
Según lo entiendo, no estamos asistiendo a una conjura mundial del imperalismo estadounidense ni del gran capital ni nada de ese blabla tan chulo. Es mucho más sencillo y triste. Se trata más bien de la pobreza de los intereses que animan el debate público (o lo que debiera serlo). Dices que antes las cosas se veían más claras pero ahora también ¿no? ¿acaso no podemos identificar la línea editorial de El País, El Mundo o el ABC? Por desgracia sí.
Y digo por desgracia por varios motivos: en primer lugar porque al estabular las ideas en un espacio concreto, al final el debate desaparece o se empobrece de tal modo que las ideas se juzgan sólo por su origen, por el lugar de donde proceden.
En segundo lugar porque es un error considerar que la democracia es consenso; la democracia es disenso: la posibilidad de que las ideas opuestas confluyan en un solo espacio público sin que eso suponga violencia.
Hoy en día estamos lejos de este escenario. No hay auténticos debates porque (tienes razón) los medios no los soportan, de tal forma que las ideas circulan de forma subterránea, como ríos de lava y, de vez en cuando, explotan salpicando a unos cuantos.
En lugar de debates, tenemos paquetes de comunicación consumibles, presentados por uno u otro ofertante a su gusto y que ya contienen todo: el hecho y la explicación, de tal forma que no hay que romperse mucho la cabeza. Llega la fecha de caducidad de uno, comienza a oler a podrido y se abre el siguiente. Hoy estamos con la crisis, pero ¿te acuerdas ya del cuál fue el “debate” anterior?
Los medios de comunicación elaboran el discurso en que se refleja una sociedad, el discurso que la hace comprensible a sí misma. Como decía, es esencial saber qué valores fundamentan a quien elabora noticias. Me daría con un canto en los dientes si fueran intereses políticos, o sociales, sobre todo si no fueran los míos, para poder discutirlo. Pero la realidad es mucho más triste: los medios de comunicación valen dinero y las empresas tienen cuentas de resultados. Insisto, no me refiero a las conjuras del gran capital, eso por lo menos, sería novelesco. Es algo más frívolo, más mezquino, tan corriente y aburrido como el balance contable.
Hoy en día quien genera noticias son los Directores de comunicación: de las empresas, de los partidos, de las ONG. No sé si los has visto funcionar alguna vez. Básicamente, ellos redactan la noticia y luego se ponen en contacto con los medios para que la publiquen. Se trata de un mercadeo de lo más simple. Es decir, que posiblemente los calzoncillos de una marca no salen en todas las revistas porque sean mejores, sino porque sus dircom son más hábiles o han pagado más. No sé si pasa lo mismo con el mercado de las ideas, al menos hasta ese punto, pero me temo que algo sí se ha contaminado.
El resultado es una apabullante banalización del espacio público. Ojalá, como tú dices, hubiera una legión de tipos supermalos intentando dominar el mundo. En realidad son una legión de contables, funcionarios y liberados sindicales que quieren asegurar que les llega para las vacaciones en Salou.
Volviendo a lo que decía al principio. Esta situación ha invertido la que se vivía anteriormente en que los medios servían a los intereses. Esa es la auténtica aberración y no otra. Hoy el medio ha dejado de ser herramienta y se ha convertido en fin mismo. De tal forma que la información no se genera al servicio de uno u otro interés (insisto en que eso sería lo deseable) sino en la medida en que contribuya a una mayor difusión del medio en sí (más ventas)
Sólo Internet nos salva de este panorama (pero esto me da para unos folios más y ya basta)
Por cierto, otra cosa en la que no estoy de acuerdo es en lo del papel. La prensa tiene muy poca incidencia y la tele es absolutamente vacía. Quiero decir que por exceso o por defecto muy pocos ciudadanos se forman opinión a través de los medios. Según lo veo, el más efectivo es la radio (y da miedo)
Un saludo.
P.D. Y, por cierto, hablando de Internet, Bolonia es algo más que tres folios. Vamos a ver: no paramos de criticar a la UE porque hace normativas largas e incompresibles y cuando hace documentos cortos tampoco nos gusta ¡en que quedamos! El plan es mucho más amplio y, para oponerse hay que conocer:
http://www.eees.es/es/objetivos
10 comentarios
elias -
Ender -
Y María, tu lo que quieres es polémica eh? xD Pues ya estoy en casita, a ver si escribo algo pronto.
senyist -
Mary -
luego:si no he salido al extrangero no es porque no haya tenido oportunidades... es mas que nada porque todavia no tengo la mayoria de edad.
y para terminar ya, decirle a Ender que como se le ocurre irse de vacaciones y dejar el blog sin nueva entrada, teniendo en cuenta que el tema era obligado, y tenia que ser su opinion sobre la actuacion de "Otto&Leo"y el hecho de que les dejaran el salon de actos a su entera disposicion :P
Ender -
Por cierto, aprovecho para comentar que estoy fuera de casa y por eso el blog esta parado. ;)
senyist -
Mary -
Senyist -
Mary -
el hecho de que con el plan bolonia tengas que pagarte una mayor parte de los estudios, no tiene NADA que ver con el plan Bolonia!
sino que es debido a la economia mundial que ahora nos acontece.
por otro lado, el plan Bolonia es simplemente una unificacion de los planes de estudio de los paises europeos... y realmente, no esta tan mal. conozco a gente que se ha ido este año a estudiar a Alemania un curso de la carrera, y realmente la manera en la que alli funcionan las universidades es MUY diferente.
Senyist -
#1. La información se manipula desde que nace hasta que muere. Para bien o para mal. Tanto si comunicas "lo que sabes" o "lo que quieres hacer saber".
#2. El uso de los medios de comunicación es bueno o malo en tanto si lo sabes usar o no. Por ejemplo, yo veo Internet como una gran herramienta para aprender cada día un poco más. Si lees mentiras, te crees las mentiras. Si lees verdades, te crees verdades.
#3. Los medios de comunicación no manipulan. Simplemente uno decide si seguir lo que se cuece o no.
Conclusión: uno mismo decide si ser un "borrego" que sigue lo que les cuentan, o un "borrego" que sigue a los que no siguen lo que se cuenta.
Ah, y el plan Bolonia es genial... para quien pueda pagar sus estudios.